De llorar por su mamá a enfrentarse con Burlando: los gestos de Máximo Thomsen durante su declaración
El rugbier más complicado en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa rompió “el pacto de silencio” en la decimoprimera audiencia y dio su versión de los hechos.
Este lunes se desarrolló la decimoprimera audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa y el rugbier más complicado en la causa, Máximo Thomsen, se quebró y pidió declarar.
La jornada comenzó con la declaración de Juan Pedro Guarino, uno de los rugbiers sobreseídos quien identificó a los imputados en la escena del crimen y pidió “que paguen por lo que hicieron”. Tras su testimonió, habló Tomás Colazo, el llamado “rugbier N°11″.
Los gestos de Máximo Thomsen durante una declaración clave
El quiebre comenzó a gestarse tras la declaración de María Paula Cinalli, la mamá de Blas Cinalli. Allí, Máximo Thomsen se mostró visiblemente angustiado. Se lo vio secándose las lágrimas mientras escuchaba el testimonio.
Sin embargo, cuando su mamá, Rosalía Zárate, ingresó al recinto, el rugbier no pudo contener las lágrimas y comenzó a llorar desconsoladamente.
Como la señora tenía que declarar, a diferencia de otros familiares, nunca había estado en la sala como parte público, y este lunes fue la primera vez que vio cara a cara a su hijo mientras estaba sentado en el banquillo de los acusados.
Para su entrada, Máximo ya lloraba y bastante. “Cuando me enteré lo que pasó, me fui a Gesell y al llegar me encontré con que estaba detenido. Por todo esto empecé a tener ataques de pánico. Me quedé en la cama y no me levanté más, lo hice recién cuando me dijeron que podía verlo”, sostuvo.
Además, explicó que después de que su hijo quedara preso, empezó con dolores, y una vez que fue al médico, le dijeron que tenía cáncer. “Hice todas las semanas quimio y ahora sigo con rayos. Lo único que hago es ir al médico, hacer el tratamiento y salir para ver a mi hijo”, aseguró, mientras a sus espaldas Thomsen seguía conmovido y, como podía, con sus manos se tapaba el rostro para ocultar su llanto.
Una vez que culminó su testimonio, el rugbier habló con su abogado, Hugo Tomei, y pidió declarar. Enseguida se levantó y entre lágrimas comenzó a testificar. “Escuché cosas sobre mi, años, cosas que no reconocía. Hablaban con tanto odio, que me hacían doler muchísimo”, dijo y su llanto se incrementó.
Luego de ello, el imputado se dedicó únicamente a responder preguntas sobre sus actos, y evitó hablar del resto de los agresores. “No voy a responder nada sobre los demás”, repitió varias veces.
El cruce con Fernando Burlando
Thomsen se dedicó a dar su versión de los hechos y a responder preguntas de la fiscalía.
Sin embargo, al ser consultado por Fernando Burlando, se negó rotundamente a responder. “No me siento cómodo respondiendo a una persona que me insultó mucho, insultó a mi mamá”, manifestó.
En ese momento, culminó su declaración y la audiencia.
Dura respuesta de Fernando Burlando a la declaración de Máximo Thomsen: “No tiene sensibilidad ni emociones”
El abogado de la familia Báez Sosa, afirmó este lunes que Máximo Thomsen “se ha hundido él” y a “todos sus compañeros” en su declaración ante el tribunal de Dolores que juzga el crimen de Fernando Báez Sosa.
“No tiene sensibilidad ni emociones”, afirmó.
Burlando dijo que “las respuestas del acusado denotan “una gran mendacidad”. En declaraciones a periodistas en las puertas de los tribunales de Dolores, señaló que los detalles que dio Thomsen sobre la pelea son falsos. “Eso lo vio solo él en su imaginación. Es una locura”, apuntó.
Para el abogado, “Thomsen dice que alguien le pegó. No sé en cuantas horas de video nadie vio, ni siquiera que lo toquen y de golpe y porrazo decir que vio que le pegaban a sus amigos..”, sostuvo.
“La audiencia refleja la desorientación absoluta que tiene todo este grupo de asesinos, confrontando con todas las pruebas que hay en la causa en contra de ellos”, insistió. /TN