Fue por un masaje, sufrió un abuso y ahora está amenazada

Luego de asistir el 22 de diciembre a realizarse una depilación, la confianza la animó a pedir turno al día siguiente para un masaje, aunque lo que sucedió a partir de entonces le está cambiando la vida y afecta a además a su familia.

Según las declaraciones realizadas por Malena López Garzón al periodista José Inesta para Canal 13, el 23 de diciembre último comenzó el martirio que hasta hoy perdura.  Ese día concurrió a un centro de estética de San Martín al 1000 de San Miguel de Tucumán, adonde había pedido un turno con antelación.

Una vez en el gabinete de masajes, se sorprende al advertir que un hombre le iba a realizar el servicio El día anterior, la misma propietaria del lugar la había depilado. Le llamó la atención "el tono afeminado y amigable" del agresor, "como si él fuera una mujer", aseguró. Malena nunca sospechó que le podría suceder algo extraño.

El masaje se hacía normalmente hasta el momento en que ella reaccionó al instante ante algo inesperado: "Me metió un dedo en mi vagina, sin mi consentimiento. Yo reaccioné de inmediato y él me dijo que 'el masaje se terminó', que se iba y que me cambie sola". Al reclamarle por su conducta, el agresor buscó justificarse y respondió que "me estaba estimulando, desbloqueando los chacras". 

La joven declaró que fue "una situación horrible la que he sufrido como mujer y como ser humano. He sido abusada sexualmente por un masajista, al que ví por primera vez en mi vida", lamentó.

A partir de entonces comenzó otro padecimiento. Cuando la víctima alertó a los responsables de la estética sobre lo ocurrido, "sólo me ofrecieron una reunión para que él me pida disculpas". Luego, realizó la denuncia en la Seccional 1ra de la Policía de Tucumán, que dio lugar a la intervención de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual.

A pesar de ello, los problemas continuaron de otra manera. "Este tipo no sólo me amenaza a mí, lo hace con mi mamá. Él sabe dónde vivo porque sacó los datos de la ficha de la estética", manifestó, lo que provocó que ante las constantes amenazas recibidas tuvieran que cambiar de domicilio.

Malena cuenta con un audio donde el propio acusado la amenaza por haber presentado la denuncia: "Ya van a ver el daño que les voy a hacer. Ya tengo la ubicación y voy a ir a su casa. No van a tener vida conmigo". Ese audio se suma a las otras pruebas que la víctima acumuló en estas semanas, como capturas de pantalla de mensajes a su celular y cuenta de redes sociales.

La víctima asegura que el agresor ya cuenta con antecedentes y denuncias por esta clase de delito y que en su defensa sostiene que las mujeres "no sabemos interpretar los masajes".