El Congreso de EEUU da luz verde al segundo 'impeachment' contra Trump
Trump se convierte en el primer presidente en ser sometido a dos juicios políticos, aunque el Senado tiene todavía la última palabra.
Sólo una semana después del asalto al Capitolio y justo una semana antes de que Joe Biden tome posesión como presidente, el Congreso de Estados Unidos ha aprobado el proceso de "impeachment" contra Donald Trump, que tendrá que debatirse posteriormente en el Senado.
Este miércoles, y por segunda vez durante su mandato, el Congreso ha aprobado enjuiciar al todavía presidente por un único cargo: “Incitar a la insurrección”. Diez republicanos han votado a favor de ello, sumando sus voces a las de la bancada demócrata como nunca antes. La medida ha salido adelante con un total de 231 votos favorables, frente a 197 en contra.
“El presidente de Estados Unidos incitó a esta insurrección, a esta rebelión armada contra nuestro país. Tiene que irse”, ha sentenciado durante el debate la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que ha descrito a Trump como “un peligro claro y presente para la nación” en una sesión que ha durado más de siete horas.
“Les pido que busquen en su alma y respondan estas preguntas: ¿La guerra del presidente contra la democracia cumple la Constitución? ¿Fueron sus palabras y su turba de insurrectos un delito grave y una fechoría?”, ha lanzado Pelosi a los congresistas durante su intervención.
Los demócratas sostienen que, al alentar el asalto al Capitolio, “Trump puso gravemente en peligro la seguridad de Estados Unidos y de sus instituciones de Gobierno”, “traicionó su confianza como presidente” y, por tanto, debe ser destituido.
“Durante mucho tiempo, el presidente Trump emitió afirmaciones falsas en las que aseguraba que los resultados de las elecciones presidenciales eran producto de un fraude y no deberían ser aceptados”, expone el texto de impeachment redactado por los congresistas demócratas David Cicilline, Jamie Raskin y Ted Lieu, que en la resolución reproducen frases literales con las que Donald Trump arengó a sus seguidores antes del asalto, como: “Si no luchan como locos, van a dejar de tener un país”.
Trump criticó este martes a los demócratas por iniciar el impeachment, calificándolo de “absolutamente ridículo”, y advirtiendo de que sólo provocará “más ira”.
Sin embargo, también del lado republicano han votado a favor del juicio político. Hasta esta mañana, cinco congresistas republicanos habían criticado abiertamente a su líder y confirmado que votarían por el impeachment. A lo largo de la sesión, se han sumado cinco más, algo histórico.
“Nunca ha habido una traición más grande por parte de un presidente de Estados Unidos a su cargo y a su juramento de la Constitución”, denunció el martes Liz Cheney, la ‘número tres’ del Partido Republicano dentro de la Cámara. “Todo lo que ocurrió fue obra de Trump”, dijo la republicana, que se ha negado a dimitir porque su voto es “de conciencia”, asegura.
La mayoría de los republicanos que ha votado en contra condena la violencia ocurrida hace una semana, e incluso algunos también las palabras del presidente, pero consideran que no se merece un impeachment exprés, o sugieren que esta no es la vía adecuada para calmar los ánimos del país.
Y el Senado, ¿qué?
Ahora la pelota está en el Senado, que tendrá que debatir, y votar, si destituye o no a Donald Trump.
El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, ha propuesto que la cámara no se reúna hasta el próximo martes, sólo un día antes de que tome posesión Biden, según un documento al que ha tenido acceso The Washington Post.
Hace sólo unos meses, la Cámara Alta ya se echó para atrás ante el primer impeachment que se presentó contra Trump por haber intentado sobornar al presidente de Ucrania para que encontrara pruebas de corrupción contra Biden.
Esta vez, las cosas siguen difíciles, pues se necesita el apoyo de 17 republicanos, que controlan la cámara, pero la situación actual es muy distinta a la de entonces.
Hasta ahora, dos senadoras republicanas se han mostrado favorables a apoyar el impeachment, y se espera que también lo haga el senador Mitt Romney, que ya votó contra Trump en 2020.
/Marina Velasco, The HuffPost
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