Los almaceneros y su lucha contra la suba de precios: "Los monopolios son los dueños de la comida de los argentinos"
El titular de la Federación de Almaceneros bonaerenses denunció los abusos de las grandes empresas, pero se ilusiona con la oferta creciente de las fábricas pyme.
"Los monopolios son los dueños de la comida y de los productos de limpieza de los argentinos, se pueden sentar sobre la mercadería reteniendo para venderla más cara y cuando sea. Una pyme tiene que vender todos los días para sobrevivir", es lo primero que responde Fernando Savore, titular de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, cuando se le pregunta sobre el comportamiento con los precios de sus proveedores.
Su entidad no participa en las mesas de discusión para un acuerdo de precios y salarios, pero combate la remarcación de precios todos los días. "Salgo a recorrer y me encuentro con pymes, cooperativas o empresas recuperadas en el interior de la provincia que me venden el paquete de fideos, por ejemplo, a la mitad. ¿Pero quién paga u organiza la logística para que ese producto llegue a varias localidades? Lo vamos haciendo de a poco, pero sería bueno que se mire para ese lado. A esta economía la levantan las pymes y estos pequeños productores a los que hay que buscar y ayudarlos: están por todos lados", afirma el empresario desde su autoservicio en Morón, un sábado ya atardeciendo y con el negocio abierto.
La Federación de Almaceneros, FABA, participó del lanzamiento del programa Cerca de Vos del gobierno bonaerense, que invita a los comercios a sumarse para ofrecer un listado de 23 productos básicos a un precio máximo, pero sin identificar la marca o fabricante. "Se anota el que quiere, pero el programa no condiciona en nada al que no quiere anotarse. Lo importante es que los almacenes de barrio tenemos el 80 por ciento de los productos a los precios que se fijan, y esa forma de promoción nos impulsa a buscar acuerdos con pymes que nos ofrezcan productos a esos valores. El consumidor va a encontrar esos precios en marcas que no conocía, pero de similar calidad a la de las grandes marcas", asegura.
Al respecto, ofrece ejemplos. "Yo, hace tres años, no vendía una botella de gaseosa que no fuera de primera marca. La traía y no la llevaba nadie. Hoy eso cambió, porque las diferencias de precios son muy importantes y el que compra una segunda o tercera marca se queda conforme con el producto y vuelve a buscarla". Señala el caso de una gaseosa cola de las más conocidas en el mundo. "La botella de 2,25 litros sale 140 pesos. Tengo otra de una marca local en oferta, tres botellas de 2 litros por 120 pesos. Es la que más se vende. Otro caso: una de las aguas saborizadas más conocidas tiene la botella de 1,5 litros a 99 pesos, y ahora sacó una segunda marca y la ofrece a tres botellas por 120 pesos. Lee abajo la etiqueta y son de la misma fabricante". El que quiere primera marca, lo paga. Pero el que quiere precio, empieza a tener opciones.
Los almacenes de barrio no entran en Precios Cuidados, no le compran los productos de las firmas monopólicas directamente a ellas sino a mayoristas y distribuidores. Pero deberían respetarle los mismos precios de venta al comercio. "Hacen trampas, el aceite de primera marca está por llegar a acumular el 100% de aumento (desde antes de la pandemia) y encima no se consigue. No está el producto que marca Precios Cuidados y, a cambio, te ofrecen otra de la misma marca pero que en la etiqueta, abajo, te agregan que es "alto oleico". Claro, ese ya no está en Precios Cuidados, es más caro, pero del otro no hay. Con algunas marcas de té, te venden si además llevan determinada cantidad de cajas de saquitos de mate cocido de la misma marca. En la leche, la marca líder, cuando le habían autorizado un aumento del 3%, mandaba la factura con un "código 601 envío y flete" que le sumaba otro 3% más IVA. El paquete de pan de molde de primera marca que venía de 600 gramos, ahora viene de 550. Y yo tengo otro de una fabricante pyme a mitad de precio. Abusos que se pueden permitir empresas monopólicas porque se sientan arriba del producto y esperan".
Por abajo, los centros de almaceneros de los 135 municipios bonaerenses empiezan a movilizarse y a conectarse entre sí y con cooperativas y pymes productoras de alimentos y artículos de limpieza. Dicen, además, que tienen buena llegada a los funcionarios del gobierno de Kicillof, a Augusto Costa (ministro de Producción) en particular. Pero no a la Mesa del Acuerdo de Precios y Salarios. "Los vemos por televisión, y cuando aparecen algunos empresarios del sector de alimentos quejándose por los altos costos, y cómo se retrasaron sus precios frente a otros aumentos pensamos, ¿si en mi almacén en el peor momento de pandemia vendí el doble de lo habitual, ustedes desde sus fábricas no duplicaron sus ventas? ¿Por qué no dejan que se quejen nuestros colegas de otros rubros, de ropa, calzado, restaurantes, que hemos visto que la pasaron mal en serio y muchos tuvieron que cerrar. Ellos pueden quejarse, pero los dueños de la comida y los productos de limpieza de los argentinos, no...."
Raúl Dellatorre/Página 12