Cuando la Guerra de Malvinas comenzó el 2 de abril, en el país, la pelota no se detuvo. Mientas los primeros jóvenes pisaban por primera vez aquel “suelo más querido, de la Patria en la extensión” el viejo Campeonato Nacional de 1982 continuó.

El 3 de abril Margaret Thatcher, Primer Ministro británica, enviaba sus flotas hacia las perdidas islas del Atlántico Sur. Ese día el fútbol inglés tampoco paró. En Inglaterra mientras la guerra se desarrollaba a 12.781 kilómetros de Londres, durante los 73 días del conflicto las fechas de la Premier League continuaron y la FA Cup concluyó sin problemas

En el país, el Campeonato Nacional termino el 27 de junio, 13 días después del silencio de la derrota y mientras se jugaba la fase de grupos del Mundial España 1982. 

El país se vio derrotado en el Atlántico Sur, Argentina había perdido las Islas Malvinas. Perdida que provocó que los enfrentamientos contra Inglaterra ya sea en fútbol o en cualquier otro deporte se vivan, hasta el día de hoy, como un clásico.

Después del 14 de junio de 1982 argentinos e ingleses volvieron a cruzar miradas el 9 de diciembre de 1984 en la final de la vieja Copa Intercontinental. En esa oportunidad Argentina era Independiente e Inglaterra era Liverpool. En ese enfrentamiento de 22 hombres, una pelota y 90 minutos tuvo resultado favorable para el país, los "Diablos Rojos" volvieron a Buenos Aires con la copa tras ganar 1 a 0 gracias al tanto de José Percudani.

Concentrándose exclusivamente en el fútbol. En la Copa del Mundo México 86, Argentina conformó el grupo "A" e Inglaterra el "F". Ambos clasificaron a octavos y se cruzaron recién en cuartos de final. El 22 de junio de 1986, a cuatro años de la guerra, la albiceleste enfrentaba a Inglaterra en el Estadio Azteca por un pase a semifinales. 

En la previa del partido desde los gobiernos de ambos países se buscó que el conflicto de Malvinas no se haga presente en el campo de juego. Esa tarde gracias a los dos goles de Diego Armando Maradona Argentina volvió a sonreír al quitarles algo -pequeño, muy pequeño- a los ingleses.

Ya sea en fútbol o al piedra, papel o tijera siempre que un seleccionado o un argentino se vea enfrente a una camiseta blanca con un rosa que cante "God save the Queen" va a querer ganar como si la victoria fuese una “curita” en la herida Malvinas.

El segundo gol de Maradona a los ingleses fue mucho más que un gol por la épica que lo rodeo. La Guerra de Malvinas todavía dolía en los corazones, las heridas estaban abiertas y él con la Mano de Dios supo plantar una sonrisa en los rostros de un país que la venia peleando.

Hace 35 años que el "Pelusa" alzó vuelo y se convirtió en el "Barrilete cósmico" que logró unir a un país bajo un abrazo mancomunado, bajo un grito de gol que desahogo las lágrimas de la bronca por la derrota en la Guerra de Malvinas.

El gol que la FIFA en 2002 calificó como el "Mejor gol del siglo" es el tanto que hoy recorrió todas las redes sociales, radios y canales de televisión. 52 metros, 44 pasos, apenas 10 segundos y 5 ingleses en el camino bastaron para que el "Diez" anote el gol del siglo y Víctor Hugo Morales inmortalice su relato en el recuerdo colectivo de una nación: "pisa la pelota Maradona. Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial. ¡Siempre Maradona! Genio, genio, genio. Ta-ta-ta-ta-ta-ta. ¡Gol! Barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?"

Pasadas las 16 en el país Argentina 2 - Inglaterra 0, después la Selección se consagraría campeón en el Estadio Azteca pero el partido más importante para el corazón ya se había conseguido y la Copa del Mundo se convirtió en la simple frutilla del postre para una Nación que por un mes recordó lo que era sonreír.