Una familia tucumana sigue siendo presa del poder policial
La familia Gallardo sigue siendo presa del poder policial y el gatillo fácil. Hoy mas que nunca piden justicia.
"La corrupción es el uso incorrecto del poder público para obtener beneficios privados", Así es como la especialista Susan Rose-Ackerman define a este mal y ella misma sostiene que toda administración pública conlleva o da lugar a un conjunto de "oportunidades de corrupción".
Estas "oportunidades" que dan nuestras instituciones hoy en día, en nuestra provincia, han generado que familias enteras vivan atemorizadas por aquellos que tendrían que velar por su bienestar y seguridad. Estas falencias dan vía libre para que unos pocos sólo se levanten cada mañana para seguir manteniendo el miedo, la represión, la muerte y una sociedad con altos niveles de injusticia.
Una familia tucumana ya perdió un hijo en un confuso episodio en una comisaria de la ciudad de Yerba Buena. Hasta el momento, la causa sigue en proceso de investigación por parte de la fiscalía que lleva a su cargo el doctor Washington Navarro Dávila. Franco Gallardo fue uno de los tanto que eran presionados para hacer lo que la policía quiere y esto fue materia de investigación luego que su hermana se presentara ante fiscalía y declara el atropello, las amenazas y el maltrato que recibe su familia.
(Ver nota anterior sobre la muerte de Franco Gallardo)
Con la muerte de Franco nada quedó allí. Es que hasta el día de hoy la fuerza policial sigue con fuertes amenazas a la familia. Sin más, en la noche en que conmemoraban la desaparición de Franco, su padre (68) y una de sus hermanas (24) fueron injuriados y apuntados con el arma reglamentaria de un tal oficial Soria, quien prestaba servicio la noche que Franco fue detenido. En otro episodio, un hermano de la víctima fue brutalmente golpeado en el penal de Villa Urquiza. A todo esto, Lourdes hija de la familia Gallardo entiende que sus hermanos cumplían con la condena que la justicia pidió, "pero no por eso tienen que ser tratados de esta forma".
En general, en Argentina, la corrupción policial es percibida como una acción individual de carácter inmoral y no como lo que es: una práctica institucional ampliamente difundida y legitimada que tiene lugar y se desarrolla en el marco de un dispositivo corruptivo articulado en función básicamente de la reproducción de un sistema de recaudación ilegal de fondos provenientes de actividades irregulares o delictivas protegidas o reguladas por la propia institución policial.
En comunicación con Noemí Chavan, madre de Franco Gallardo, nos describió el dolor y la angustia que ella tiene que vivir cada día y el temor por lo que pueda sucederle a el resto de sus hijos. Ella nos relato el último acto de persecución que unos de sus hijos mantuvo.
En la tarde el día martes 28 de julio, su hijo menor salía en su moto para realizar unas compras para el negocio familiar y es cuando dos uniformados de patrulla urbana, en sus motos, lo cerraron y empezaron a pedir la documentación del vehículo en que se trasladaba. Luego de ser injuriado, fue agredido brutalmente y quedó con una quebradura en su pierna derecha. Todo ello, sin faltar la amenaza de muerte.
Noemí, luego de esto, se dirigió a la comisaría para indagar sobre estos oficiales. Al parecer, los atacates no pertenecían a esa dependencia. También fue al destacamento del barrio BGH sin poder contactar. "Todo esto está asentado en la fiscalía, pero seguimos sin tener respuestas".
Es por ello que los familiares y vecinos hacen todos los jueves a horas 11 frente a la fiscalía el reclamo. La familia Gallardo está a la espera de respuestas y que cese su persecución.