Violencia, represión y heridos en la Plaza Independencia
La Policía abrió fuego contra los manifestantes que exigían que se abran las urnas y los persiguió varias cuadras
Balas de goma, gases lacrimógenos, pedradas, naranjazos y hasta botellas de vidrio cayendo desde los edificios marcaron a fuego la jornada post electoral en Tucumán. En minutos, la plaza Independencia y sus alrededores se conviritió en escenario de caos y de violencia.
La marcha contra el fraude electoral convocada principalmente por las redes sociales comenzó antes de las 20. El principal reclamo era la apertura de las urnas, tras la violenta jornada electoral vivida el domingo, durante las elecciones provinciales.
"Que abran las urnas", "basta de fraude", "que hable el 'dotor'" eran las principales consignas de los más de diez mil manifestantes que llegaron a congregarse, varios portando banderas del radicalismo. Familias y jóvenes se congregaron con cacerolas y carteles reclamando transparencia en el escrutinio.
La Casa de Gobierno estaba protegida por un doble vallado y una fila de policías, que rápidamente fueron superados por los manifestantes. Varias personas ingresaron a las escalinatas del edificio del Ejecutivo provincial y llegaron a las rejas, que quedaron custodiadas por una fila de uniformados. Adentro, la infantería estaba formada con escudos, bastones y armas.
En las escalinatas se manifestaron durante cerca de una hora, hasta que comenzaron algunos empujones. De pronto la policía comenzó a disparar y atiró gases lacrimógenos para dispersar a la gente y la Infantería abrió las rejas y salió de la Casa de Gobierno, disparando contra los manifestantes.
Efectivos de caballería salieron por calle San Martín, arremetiendo contra las personas que allí reclamaban. Los disparos duraron varios minutos hasta que la Policía resolvió salir a la calle y perseguir a la gente hasta la esquina de 24 de Septiembre y 25 de Mayo, donde se había prendido fuego un cartel del Ente de Tursimo.
Luego, la Caballería y la infantería persiguió a los manifestantes por calle 24 de Septiembre hacia el este. Muchos jóvenes y personas mayores se refugiaron dentro de la Catedral. La represión continuó por la calle principal de la ciudad hasta la iglesia La Merced, donde los uniformados se dividieron en dos grupos. Uno, siguió persiguiendo manifestantes hacia el bajo y otro hacia calle Crisóstomo Álvarez. Cuando los uniformados intentaron volver a la Plaza, decenas de botellas y vasos de vidrio llovieron desde edificios cercanos. Un grupo de policías continuó disparando por Calle Congreso hacia la Casa Histórica.
Mientras tanto, en la Plaza Independencia, continuaban los disparos y los gases lacrimógenos hasta que se presentó la senadora Silvia Elías de Pérez y se abrió paso entre los manifestantes subir por las escalinatas de la casa de Gobierno.
Allí, reclamó a la Policía que cese la represión y mantuvo una dura discusión con el jefe de Policía, Dante Bustamante. Otros dirigentes opositores también se hicieron presentes: el diputado Juan Casañas, el candidato a legislador Federico Masso y la concejal Sandra Manzone. Elías de Pérez exigió al jefe de Policía que libere a los cuatro detenidos que se encontraban en la Casa de Gobierno. Entró a constatar su estado de salud y luego los acompañó hasta la salida.
La senadora pidió luego a los cerca de tres mil manifestantes que habían vuelto a la plaza tras la represión que vuelvan a casa, pero la negativa de la gente fue contundente. Tras prometer llegar hasta las últimas consecuencias para que se abran las urnas, Elías de Pérez se retiró del lugar, vitoreada por los menifestantes.
Tras ello, cientos de personas se quedaron en la calle para continuar la manifestación. Reclamaban a los efectivos policiales la represión, recordándoles los sucesos de diciembre de 2013, cuando la Policía se acuarteló y la provincia se convirtió durante 24 horas en un campo de batalla que dejó varios muertos.
Hacia las 2 de la mañana, cerca de 1.000 personas permanecían frente a la Casa de Gobierno.