7 y 6 años de prisión para las hermanas Silva, conocidas "mecheras" del microcentro tucumano. VIDEO
Estas mujeres, que reconocieron dedicarse al hurto como forma de vida, apostaban su libertad a una sola prueba: una mochila. Y les salió mal.
Durante la jornada d ayer se llevó a cabo el juicio contra tres mujeres. Según el relato de la periodista Mariana Romero durante la audiencia, una mochila cambió la historia delictiva de estas tres "mecheras".
El 30 de diciembre de 2021 esta mochila contenía U$S 56.000 y estaba colgada al hombro de un joven que iba a hacer un negocio inmobiliario. Pleno microcentro, zona bancaria. Mediodía.
El chico empezó a sentir que lo empujaban, pero en el amontonamiento le pareció esperable. Cuando se dio cuenta, adentro de la mochila ya no estaban los dólares. Y acá es donde se presentó el dilema de la mochila.
La víctimaal haber hecho la denuncia y presentar la mochila como prueba, esta tenía un tajo. El contó que estaba cerrada y por el tajo parecería que se habían llevado el dinero.
Las mecheras, conocedoras de las leyes y sabiendo que habían quedado filmadas, reconocieron el hecho pero con dos aclaraciones: dijeron que no fueron U$S 56.000 sino más o menos $ 100.000 y -la más importante- dicen que no tajearon la mochila, sino que la abrieron por el cierre.
Entonces, si no tajearon la mochila, significa que no hubo "fuerza en las cosas", por lo tanto, es un hurto. Y la máxima pena es de 2 años de prisión. En suspenso, o sea, en libertad.
En cambio, si la Fiscalia lograba probar que el tajo que tenía la mochila había sido hecho por ellas, ya pasaba a considerarse robo. Y, como fue cometido en poblado y en banda, la pena podía elevarse hasta a 10 años de prisión. Efectiva.
Las imágenes de las cámaras de seguridad eran difusas, tuvieron que intervenir peritos en mejoramiento de imagen.
Pero fueron los testigos del hecho quienes definieron el caso: la mochila estaba tajada desde el momento mismo del robo. Lo logró probar la auxiliar fiscal Paula Bellomio tras la investigación del fiscal Lopez Avila
Es así que durante el mediodía de ayer se dictó sentencia: siete años para Ana Cristina Silva (por ser reincidente) y seis años para Marisa Silva (su hermana) y María José Peñaloza.
El clan Silva es conocido por dedicarse a este tipo de delitos pero es la primera vez que sus miembros llegan a juicio oral. Hasta ahora, las sentencias contra mecheras que se habían conseguido habían sido mediante juicios abreviados, por penas bajas y, generalmente, por hurto.