Un concejal del oficialismo instó a trasladar electores durante las elecciones

El clima “caliente” que dejaron las elecciones provinciales del 23 de agosto aún se percibe en la escena política local. Y el asunto del clientelismo continúa en la agenda, a días de los comicios nacionales. Más allá de las medidas de transparencia anunciadas por la Cámara Nacional Electoral (CNE), la polémica se reavivó ayer en un acto alperovichista de campaña, realizado en un salón situado en la zona norte de la Capital.

“Recorramos los barrios como los venimos recorriendo. Intensifiquemos el trabajo. Que el día 25 (el próximo domingo) no quede un vecino sin llevar a votar, ni un amigo sin llevar a votar, ni un pariente, ni una persona a la que haya ayudado el gobernador (José Alperovich) en estos últimos años. Si Tucumán es agradecido, no tengo dudas de que (el actual mandatario) va a barrer el domingo”, exclamó, micrófono en mano, el concejal oficialista saliente Javier Morof.

Alperovich, candidato a senador nacional por el Frente para la Victoria (FpV), esbozó una sonrisa, mientras las cientos de personas que se habían acercado al galpón de calle Ramírez de Velasco 1.351 aplaudían y cantaban a favor de los dirigentes oficialistas. Junto al mandatario, como en las últimas semanas, estuvieron Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, gobernador y vice electos, y su hija Sara Alperovich.

El gobernador, que el jueves tendrá su último acto público de campaña, fue más cauto que Morof. “Nosotros no somos egoístas, y queremos que Manzur y Jaldo hagan un mejor gobierno que el nuestro”, expresó el mandatario. Y contó una “confidencia”. “Le dije a Daniel (Scioli): ‘quedate tranquilo, Tucumán te va a dar los votos que necesitás (para ganar en primera vuelta)”, remarcó Alperovich, desatando otra vez festejos entre sus seguidores.

Morof, que fue electo concejal de la Capital en 2011, este año impulsó la candidatura de su esposa, Belén Cruzado Sánchez. Ocupará una banca en el cuerpo vecinal gracias a los buenos resultados del acople Tucumán en Positivo, que encabezó la alperovichista Carolina Vargas Aignasse.

Pese a que abandonará el recinto, Morof tendría un lugar asegurado en el equipo de trabajo de Manzur, según anticipó el gobernador electo en el acto. Aunque no reveló cuál sería el destino.

Cuando habló ante sus seguidores, el edil saliente ponderó que su espacio político cuenta con “dirigentes de toda la Capital”. “Mis padres me enseñaron que en la vida una de las principales cosas es ser agradecido. Así como ustedes me responden a mí, les pido que con las mismas fuerzas y las mismas bolas (sic) que trabajamos el 23 (de agosto) trabajemos el 25 (de octubre)”, indicó Morof.

Tras los aplausos, el concejal le envió un mensaje a la oposición por las denuncias de fraude electoral. “Vamos a demostrarle al país que todos estos eran unos mentirosos de m... ”, expresó. 

Tras los últimos comicios, la fórmula del Acuerdo para el Bicentenario, el radical José Cano y el peronista disidente Domingo Amaya, realizó una demanda judicial para pedir la nulidad de los comicios, debido a una serie de presuntas anomalías. Una de las prácticas cuestionadas por Cano y Amaya fue el traslado de electores, que se realizó de forma notoria el 23 de agosto en taxis y remises, según comprobó LA GACETA en diversos recorridos. Un fallo en primera instancia les dio la razón a los opositores, pero luego la Corte Suprema de Justicia de Tucumán revocó la sentencia y convalidó los resultados de las provinciales.

Antes del acto, Alperovich había visitado una escuela nueva en Tafí Viejo. Durante su conferencia de prensa, evitó responder a LA GACETA por la controversia generada tras los nombramientos de familiares suyos en el Poder Ejecutivo. “¿Qué polémica? No hubo”, se limitó a expresar el mandatario provincial saliente. 

Fuente: La Gaceta