Juan Manzur: "El marco institucional de esta búsqueda es la democracia"
En su primer discurso el nuevo gobernador electo detallo la continuidad de un proyecto con el compromiso del candidato a la presidencia Daniel Scioli
Señores Legisladores, autoridades presentes, pueblo de Tucumán
Llego hoy aquí, a esta Honorable Legislatura, consciente de la inmensa responsabilidad y el gran desafío que significa asumir la conducción de los destinos de Tucumán, pero también lleno de fe y entusiasmo en nuestro futuro como provincia.
Esta querida provincia, mi provincia, esta tierra que recibió con afecto a mi familia inmigrante libanesa, que llegaron en búsqueda de un futuro mejor, con el solo deseo de trabajar y vivir en paz. A esta provincia en la que crecí y estudié con mucho esfuerzo; y en la que tengo mi familia y afectos profundos; en la que tuve la oportunidad de desarrollarme.
Agradezco a mi madre, aquí presente, con su palabra siempre afectuosa y compañera, afable y comprensiva. A mi padre, a quien perdí siendo joven, pero que perdura en mi memoria. A Sandra, compañera de la vida desde hace más de 20 años, que siempre me acompañó por los distintos lugares donde el estudio, el trabajo y los viajes me llevaron, y estuvo también en los momentos y decisiones importantes. A los chicos, Samira, ya estudiante universitaria; a Wade, que en árabe significa “amorosa”; y a Elías, gran jugador de fútbol; a mi hermana y sobrinos.
Agradezco también al pueblo tucumano por cuya voluntad soberana fui elegido en repetidas oportunidades en distintos cargos y hoy me honra con la máxima responsabilidad de gobernador electo de la Provincia.
Agradezco a mis amigos y compañeros presentes. A los dirigentes políticos y sindicales, gobernadores y ministros que han venido de otras provincias para acompañarme en este día tan importante para mí. Agradezco estar rodeado de esta gran muestra de afecto y ser parte de un proyecto político colectivo.
Señores, iniciamos hoy un nuevo período de gobierno.
Un nuevo gobierno es el cumplimiento de un mandato constitucional. El mandato de esa Carta Magna que nos vincula, nos une, nos arraiga. Nos vincula como habitantes, nos une como ciudadanos, nos arraiga como provincia. La Constitución es el gran pacto fundante que establece las reglas de juego básicas de nuestras relaciones sociales, de nuestra organización política, de nuestras decisiones colectivas.
Más todavía, nuestra Carta Magna es el diseño institucional en el que nuestra comunidad provincial se funda, proyecta y realiza en el tiempo. Es la gran nave en la que surcamos nuestra historia misma.
Una historia que nos potencia y nos condiciona; nos genera oportunidades y nos restringe. Somos los herederos de logros y sueños. Porque como decía Juan Bautista Alberdi, “la patria es la libertad, el orden, la riqueza, la civilización organizados en suelo nativo…”.
Y somos también los depositarios de nuevos proyectos por construir y anhelos colectivos por realizar.
Esta historia tiene 200 años de vida. Estamos nada más y nada menos que en la antesala de los 200 años de la Declaración de la Independencia de nuestra nación. Aquí, en nuestra provincia. Aquí se reunió la incipiente nación, en Congreso Constituyente, para proclamar la independencia definitiva de nuestras tierras.
Aquí germinó el proceso fecundado en 1810. Aquí se juntaron los representantes provinciales del país en ciernes para completar la gesta de Mayo. Aquí comenzó a tomar forma y contenido la nacionalidad argentina.
Este es nuestro momento histórico. Somos la generación del Bicentenario. Somos la comunidad histórica del Bicentenario. Desde aquí miramos hacia atrás, hacia lo que somos. Y desde aquí miramos hacia nuestro futuro, hacia lo que queremos ser.
Somos el Tucumán de una nacionalidad construida en medio de encuentros y desencuentros. Desde aquellos años de las guerras civiles, hasta lograr coincidir en una Constitución que nos dio el marco de legalidad e instituciones comunes. Luego fueron las décadas del crecimiento económico y las definiciones sobre los modelos de vinculación con el mundo y sus mercados internacionales. Posteriormente vino la incorporación de los sectores sociales, a través del voto popular y de los derechos del trabajador. Para consolidar finalmente, en las últimas décadas, el ejercicio de la democracia y de los derechos humanos y sociales.
Somos ese Tucumán inicial que aceptó la convocatoria de la Primera Junta revolucionaria para formar la Junta Grande de gobierno, en la figura de don Manuel Felipe Molina. El Tucumán de la batalla de 1812 en Campo de las Carreras y del general Manuel Belgrano. El Tucumán de doña Francisca Bazán de Laguna y del Obispo José Eusebio Colombres.
Somos ese Tucumán que, junto a la región del Noroeste, sufrió los desequilibrios políticos y económicos de aquellos difíciles momentos de la independencia. Ese Tucumán que, a partir de las décadas de la organización nacional, fue encontrando progresivamente un lugar en el contexto que nos llevaría más tarde a la celebración del Centenario de la Independencia.
El Tucumán de Alberdi, de Avellaneda y de Roca; de Juan B. Terán y Ernesto Padilla; de Alfredo Guzmán, Julio Lopez Mañan y Alberto Rougues; el Tucumán del azúcar; el Tucumán de la Universidad Nacional y de la Estación Experimental Agrícola.
Somos el Tucumán de los obreros azucareros, que hace 70 años, un día antes del 17 de Octubre, con lucidez y osadía, ganaron las calles yendo a BA, exigiendo la libertad del coronel Perón, el hombre que había hecho de la justicia social su divisa.
En este Tucumán nos encontramos muchos años más tarde. Con largas rutas recorridas, y similares caminos por andar. Es el Tucumán del azúcar, pero también del limón. El de las cuatro universidades y los once institutos del Conicet.
El de tantos índices sociales y productivos ya alcanzados, y el de otros muchos aún por alcanzar. Es el Tucumán profundamente cultural y el Tucumán intensamente comercial. Es el Tucumán de Mercedes Sosa y de Cesar Pelli.
Es el Tucumán de tantos otros tucumanos, hombres y mujeres, en el mundo y en nuestra patria chica, en las ciencias y en los negocios, en la cultura y en los deportes, que han dado carácter a este nuestro histórico Jardín de la República.
Y, por supuesto, es el Tucumán de estos últimos doce años de gobierno, que nos han lanzado una vez más y transformado. Es el Tucumán de Néstor Kirchner, de Cristina Fernández, a quien tuve el honor de acompañar como su Ministro de Salud durante 6 años, y de José Alperovich, a quien he acompañado como Ministro de Salud y dos veces como su Vicegobernador desde el año 2003 hasta la actualidad.
Este es el Tucumán que nos enorgullece y nos da motivos para reencontrarnos con miradas hacia lo alto y lo lejos. Porque esta historia está atravesada por energía, por talento, por arrojo.
Porque esta historia ha conformado un ADN, nuestro ADN, que supone superar una y otra vez, con capacidad emprendedora, con proyectos, con acción, cualquier limitación o caída. Somos los orgullosos herederos de un largo pasado, de una incansable voluntad, de ideales hechos realidad.
Señores legisladores, pueblo de Tucumán, desde este Tucumán que heredamos, quiero proponerles el desafío del Bicentenario, un desafío señero: el Tucumán del desarrollo en equidad.
Este será un Tucumán dirigido hacia un crecimiento progresivo y sustentable, que produzca resultados de bien vivir para todos, especialmente para los más necesitados. Un Tucumán inclusivo, que siga generando condiciones de bienestar para los que ya las han alcanzado, pero se ocupe también de manera urgente por las oportunidades de aquellos que pueden quedarse en el camino.
Ahora bien, este desarrollo en equidad requiere de decisiones y acciones y sobre ellas quiero hablarles.
El primer conjunto de políticas están referidas a fortalecer aún más la calidad de nuestras instituciones.
Los países que han logrado un desarrollo continuo y socialmente armónico son aquellos donde las instituciones han influido en el orden, crecimiento y sustentabilidad de la sociedad. Las instituciones generan confianza, organizan las relaciones, atraen inversiones.
Por ello debemos permanentemente evaluarlas, rehacerlas, mejorarlas, para satisfacer las necesidades y expectativas de la ciudadanía con justicia y eficiencia en el uso de los recursos públicos.
No tengamos ninguna duda: el Tucumán del Bicentenario será un Tucumán plenamente institucional, y por ello, jurídicamente seguro, políticamente predecible, socialmente justo. Este es el primero y más importante de mis compromisos con todos ustedes.
El primer desafío de la calidad institucional es definir y organizar las políticas públicas y colectivas hacia metas precisas y con resultados específicos. De esto se trata la planificación.
En consecuencia, solicitaré de manera inmediata a la Legislatura la sanción de una Ley de Planificación Estratégica Provincial, que dará el marco institucional e impulso para su realización. A través de ello, ordenaremos el diálogo social que establecerá de manera participativa las metas colectivas para las políticas públicas. Y también organizaremos un sistema para la gestión y evaluación del impacto de estas acciones estatales a través de indicadores estadísticos precisos. Así serán gestionadas y monitoreadas las políticas públicas del Estado provincial
Señores, el Tucumán del desarrollo en equidad será un Tucumán planificado.
Para este Tucumán planificado daremos otro paso adelante y decisivo en la disposición de información estadística rigurosa, que todos podamos utilizar. Una información que empodere a la comunidad. Las políticas públicas, las decisiones empresariales, la investigación académica, requieren de información para establecer diagnósticos y posibilitar acciones consecuentes.
Así por ejemplo, el Producto Bruto Geográfico, los niveles educativos de la provincia, el tipo de mano de obra disponible, constituyen datos de primer orden para un inversor que quiera radicarse en la provincia.
Ordenaré la convocatoria y organización del Sistema Estadístico Provincial, en el que tendrán su participación no sólo los organismos estatales, sino todas aquellas instituciones que tienen datos para aportar, coordinar y beneficiarse de información estadística para su funcionamiento.
Con el objetivo de consolidar nuestra democracia, debemos pensar en el desarrollo de una reforma política que se construya a partir de la participación del conjunto de los actores de la sociedad, como así también un sistema electoral que tienda a lograr mayores niveles de democratización institucional y social.
En este sentido, daremos inicio a un proceso de diálogo político con representantes de los distintos partidos, universidades, organizaciones políticas y sindicales para debatir de manera abierta diferentes propuestas que contribuyan a mejorar la calidad de nuestro sistema político.
Nuestra intención es generar espacios de diálogo en donde cada uno de los actores pueda expresar sus posicionamientos libremente con el objetivo de formular entre todos una propuesta que exprese el sentir y el parecer del pueblo tucumano.
Hoy estamos en condiciones de avanzar con decisiones que tienen que ver con el normal funcionamiento de todos los organismos dependientes del Poder Ejecutivo.
En este sentido, vamos a avanzar con su normalización e impulsaremos la designación de las autoridades acorde a las cartas orgánicas vigentes.
Vivimos en un país federal. Esta es la institución básica que da forma a nuestra organización territorial. En ella, los municipios y las comunas conforman el nivel de comunicación más cercano y directo con los ciudadanos.
Tomaré las decisiones que correspondan para fortalecer sus autonomías y desarrollo. Los municipios y comunas deben adquirir los recursos y capacidades que les permitan cada vez más asumir su propia libertad de decisión en cuestiones que tienen que ver con el bienestar de sus ciudadanos. Trabajaremos en esa dirección.
Este Tucumán del desarrollo en equidad tiene un sustento sólido: la producción.
Nicolás Avellaneda, en su primer mensaje de apertura de sesiones del Congreso, y ante las consecuencias de la crisis mundial de 1873, dijo: “un país vale, en el lenguaje del economista y ante la verdad severa de los hechos, lo que produce…”.
Se los digo de esta manera: la provincia del Centenario inauguró dos instituciones señeras, la Universidad Nacional de Tucumán y la Estación Experimental Agrícola, que marcaron rumbos en la educación y la investigación básica y aplicada. Ellas dieron un sustento y una orientación a nuestro desarrollo productivo.
El Tucumán del Bicentenario se encuentra con cuatro universidades, once institutos del CONICET y decenas de proyectos y avances de investigación aplicada. El corazón del nuevo desarrollo en equidad tendrá su base y usina en los proyectos y procesos de transferencia tecnológica provocados por este avance académico y científico.
Impulsaremos definitivamente el nuevo Polo Tecnológico que ya ha comenzado a realizarse en la provincia en la zona del Manantial, conjuntamente con la Universidad Nacional y el CONICET, como testimonio de esta coordinación de esfuerzos y acciones entre distintos sectores de la provincia.
En esta dirección, generaremos incubadoras de proyectos innovadores que aceleren esta transferencia científica y tecnológica, en materia de agroindustria, salud, energías alternativas, medio ambiente y desarrollo social sustentable. Y formaremos las primeras “comunidades de conocimiento e innovación”, sobre biotecnología y tecnologías de la información.
Por eso vamos a promover que esas instituciones y capacidades se articulen en un Sistema de Innovación Provincial muy coordinado con el sector productivo, mediante un programa que favorezca la sinergia, la transferencia de los avances científicos y tecnológicos para mejorar la competitividad de nuestras producciones y desarrollar nuevos emprendimientos y negocios.
Sabemos que en el contexto de la globalización, las empresas que sobreviven son las que logran un proceso de innovación continuo para adaptarse con respuestas dinámicas y de calidad a los requerimientos de bienes exportables.
A través de la concertación, de espacios de discusión, de foros, podemos generar un marco estratégico y dar saltos importantes para tener las características que exigen los nuevos desafíos de la competencia global y local. Vamos por más producción de arándanos, de frutillas, de flores, de hongos, de hortalizas, de palta y de papa semilla. También vamos por la generación de productos farmacéuticos, vacunas, productos químicos, diseños de moda, producciones de alto valor que incrementen el ingreso de los tucumanos.
Hoy el mundo está al alcance de la mano a través de un celular o una notebook; un joven trabaja en una empresa de su ciudad y presta servicios a ciudadanos y negocios de otros lugares del mundo. Gran parte de los trabajos de hoy no existían hace treinta años. Esta revolución de las tecnologías ha creado condiciones absolutamente distintas y obligan a nuevas respuestas de nuestras políticas públicas. Este es el contexto histórico de nuestro Bicentenario.
Todo lo que es transferencia de tecnología y agregación de valor en la cadena productiva termina generando empleos de calidad, buenos salarios, una sociedad mucho más equilibrada y con una mayor proyección hacia el ámbito nacional e internacional.
En materia de política fiscal procuraremos propiciar condiciones e incentivos para fomentar inversión, actividad productiva y generación de empleo genuino.
Nuestro desarrollo científico tecnológico ha hecho posible que hoy nuestra provincia esté en condiciones de producir el 60 por ciento del etanol que se hace en el país.
Además estamos generando energía eléctrica a partir de la biomasa, es decir, de los residuos de la caña de azúcar. Los ingenios produce hasta el momento para uso interno, pero el objetivo es aumentar los excedentes que se entregan al sistema nacional.
Estamos en condiciones de convertir a Tucumán en una potencia en producción de energía renovable.
Este es la provincia que avizoramos: la de los Polos Tecnológicos, de las incubadoras de proyectos innovadores, de las comunidades de conocimiento, de la producción energética.
El Estado, precisamente, está presente para trabajar en ese sentido. Está presente para aportar el marco estratégico, gestionar las políticas públicas que permitan desarrollar cadenas de valor, encarar procesos de integración vertical y horizontal con las que ya tenemos: el azúcar, el limón, el arándano, los cereales; la foresto-industria, la metalúrgica, la industria textil, las autopartes, la química y la biotecnología; también en los servicios, las industrias culturales y el turismo. En definitiva en todas las actividades económicas que contribuyan al crecimiento, a la creación de empleo de calidad y a la proyección de Tucumán al escenario nacional e internacional.
En el caso del limón, que es un ejemplo de producción orientada a la economía globalizada, con alto nivel tecnológico, con fuerte capacidad de innovación, venimos trabajando con el gobierno nacional y el SENASA en asegurar la protección del alto standard sanitario que tiene nuestra producción. El limón es una marca que distingue a Tucumán en el mundo. Proteger su producción es una cuestión de interés público y en eso vamos a trabajar con los industriales, productores y trabajadores.
También sabemos que en nuestra provincia, y en los diferentes cultivos, hay un gran número pequeños productores que carecen de competitividad y en muchos casos ven comprometida su viabilidad. Es nuestra misión fortalecerlos, acercarles el financiamiento, la capacitación, las nuevas formas de organización, transparentar la cadena comercial para que les llegue el ingreso justo. También es nuestra misión crear una serie de condiciones para el nacimiento de empresas, la promoción de los jóvenes emprendedores, la generación de nuevos negocios.
Nuestros padres del Centenario sembraron y dieron frutos. Con esos frutos haremos nuevas inversiones, sembraremos y cosecharemos otra vez, para el futuro del desarrollo en equidad que avizoramos.
El Tucumán del desarrollo en equidad será un Tucumán productor de transferencias e innovaciones tecnológicas.
La producción se sustenta en obras estratégicas.
Es fundamental que la provincia avance en el mejoramiento y ampliación de los 10.000 kilómetros de rutas provinciales y caminos rurales que constituyen el sistema circulatorio de la riqueza provincial.
Igualmente, el Gobierno Provincial ha venido trabajando y consensuando a lo largo de todos estos años un conjunto de obras de infraestructura que apuntalan y sostienen el desarrollo de la provincia.
Recientemente hemos firmado con el candidato presidencial de nuestro espacio político, Daniel Scioli, un Acta por la cual ha comprometido su accionar y recursos para la realización de estas obras de vital importancia para la provincia y, algunas de ellas, para la región del Noroeste Argentino.
Me refiero al Complejo hídrico de los ríos Las Cañas - Medina y sus cuencas de aporte; a la presa de embalse Potrero de las Tablas; al centro de transferencia multimodal de cargas y al Belgrano cargas; a los corredores viales de vinculación regional y nacional de las Rutas 9 y 34; y otros de relevancia estratégica.
Una de ellas es la finalización de la Red Federal de Fibra Optica y el desarrollo de la red provincial metropolitana a los fines de asegurar la conectividad y flujo de datos.
Estas obras vitales para nuestro futuro estarán presentes en toda conversación y negociación futura con las áreas respectivas del Estado Nacional.
Otro conjunto de acciones estratégicas tienen que ver con la sustentabilidad de la infraestructura social básica, de fundamental importancia para las condiciones sanitarias de la población.
Me refiero a los sistemas del agua en la provincia. Dirigiremos nuestro accionar en dos líneas principales. Por un lado, aquellas obras de infraestructura básica que afectan la actual provisión de agua: la construcción de los acueductos de Anfama, Vipos y el Cadillal; la planta de tratamiento de líquidos cloacales en Concepción; y la nueva etapa del segundo cordón sanitario del Gran San Miguel de Tucumán.
La otra línea tiene que ver con el fortalecimiento institucional de la Sociedad de Aguas del Tucumán. Para ello la dotaremos de recursos y capacidades que le den sustentabilidad en el tiempo y del marco jurídico que acompañe y regule su crecimiento y cobertura del sistema en diálogo y colaboración con los municipios y comunas.
En materia de desarrollo ambiental, pondremos especial énfasis para que se garantice un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, como lo exige nuestra Constitución Nacional. Con gran visión premonitaria, el general Perón ya nos advertía: “la humanidad ha emprendido una marcha suicida a través de la contaminación del medio ambiente, la biosfera y la dilapidación de los recursos naturales”.
Estoy convencido que nuestro desarrollo sustentable y turístico depende de la utilización racional de nuestros recursos naturales y preservación del patrimonio cultural y la diversidad biológica provincial. En tal sentido, nuestro compromiso como Estado es adoptar el máximo rigor posible en el cumplimiento de la normativa vigente.
Hay un tema que nos aflige a todos, y constituye una cuestión de gobierno prioritaria: la seguridad.
Lo encararemos desde todos los aspectos, porque la seguridad es un sistema complejo que trasciende y se vincula con otras áreas de gestión, además de la policía y la justicia. Esto exige diseñar una estrategia que articule e integre espacios, recursos y acciones como la asistencia y la promoción social, la educación, la cultura, el empleo y los deportes. Son sectores que deben estar contenidos en la planificación del sistema de seguridad.
En esto la policía cercana a la gente y orientada a los problemas es fundamental. Además del 911, es imprescindible el policía en la calle junto a la gente, recuperando su confianza. “Servir” constituye su primer mandamiento, y prevenir, su tarea.
Una policía cercana, profesional, capacitada, comprometida, es nuestro plan.
El eje es el contacto y la participación vecinal. Es necesario ir a un nuevo paradigma orientado a la participación de la comunidad y la prevención del delito, promoviendo un compromiso de los ciudadanos con la seguridad.
Apoyaremos a la Justicia como poder independiente para que disponga de los elementos suficientes a la hora de juzgar a los que deben responder por un delito. Tienen que tener el personal y los elementos materiales necesarios, y también una legislación moderna con herramientas eficaces para que se cumpla su objetivo.
En esto también la Legislatura tiene un papel fundamental. Desde el poder ejecutivo apoyaremos una reforma en el procedimiento penal que adopte los principios de la más moderna doctrina. Estos sistemas se han aplicado en varias provincias y también la Nación ha dictado un código receptando las nuevas tendencias y procedimientos. Los delitos evolucionan, crecen en complejidad y se necesitan nuevas herramientas para prevenirlos y combatirlos.
Finalmente, no puedo dejar compartir con ustedes una frase del papa Francisco directamente vinculada a este tema, que resume el aspecto sustancial del problema: “cuando la sociedad –local, nacional o mundial- abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad”.
Por esto afirmo que el Tucumán del desarrollo en equidad será un Tucumán decidida y eminentemente inclusivo. Nadie elige vivir en situación de pobreza. Pero el que vive en situación de pobreza debe poder salir de ella. Nuestra tarea como comunidad es generar las condiciones para que todos aquellos tucumanos en situación de vulnerabilidad tengan las oportunidades para crecer en bienestar y prosperidad.
El Bicentenario nos encuentra con 4 hospitales recientemente construídos en la provincia, con infraestructura y tecnología de punta, y equipos de salud altamente capacitados. Hoy en nuestros hospitales hemos logrado realizar la expresión quizás más compleja de la medicina moderna: los trasplantes de órgano. Como decía Ramón Santiago Carrillo, el primer ministro de Salud de la Argentina: “los avances de la ciencia y de la tecnología no sirven de nada si no están al alcance de todos.”
La eliminación de la pobreza, del trabajo infantil, del desempleo juvenil, de la desigualdad de género, demandan una acción intencional, coordinada e integral por parte del Estado. Una acción planificada, controlada y evaluada.
Dentro de estas problemáticas, las adicciones constituyen uno de los problemas que más nos preocupan. Este drama social frustra vidas enteras, destruye familias y barrios, genera violencia permanente. Nuestro accionar contra este flagelo se realizará desde el Estado en su conjunto –seguridad, salud, educación, desarrollo social—y con todos los recursos que ello requiere: normativas, programas y centros de recuperación; asistencia, ayuda familiar y reinserción laboral.
La inclusión social no es una alternativa más. Es el modo mismo en que concebimos el desarrollo. Desarrollo para todos, gradual y persistente. Desarrollo de la vida desde el momento mismo de su concepción, tal como lo establece nuestra Constitución Nacional. Desarrollo integral de la persona: material, social, intelectual y moral.
Por ello uno de sus vehículos fundamentales es la educación. En nuestra provincia se crearon 400 escuelas y miles de cargos docentes en los últimos 12 años. Hecho inédito en nuestros 200 años de historia.
La educación del Bicentenario será una política de estado planificada, profesional y participativa. Su prioridad será tender puentes que fortalezcan el tejido social. Será a la vez inclusiva y de calidad. Somos herederos de aquella consigna del general Perón, que nos decía: “Queremos que las futuras generaciones argentinas sepan sonreír desde la infancia… Bajo los gloriosos pliegues de nuestra bandera, no puede ni debe haber niños argentinos que no puedan ir a la escuela, o que tengan que ir a ella mal alimentados”. Por ello es nuestra obligación que ninguna criatura en la provincia quede fuera de la escuela.
Esta escuela del Bicentenario combinará valores y tradiciones ancestrales con tecnología de punta. Desarrollará el orgullo por lo propio articulado con una plena integración al mundo. Fomentará el desarrollo individual de los talentos y capacidades, en el marco del crecimiento como comunidad. Hará del acto educativo un momento de unión, empatía y regocijo, de mutuo respeto, de libertad, emancipación y responsabilidad. El centro de su atención será el desarrollo de alumnos y educadores, de todos los niveles, edades y lugares de la provincia. Cumplir con la terminalidad secundaria será una meta prioritaria de mi gobierno.
Debemos honrar la tradición de nuestra provincia en materia educativa, colocando a Tucuman en un lugar de prestigio y reconocimiento nacional e internacional. La cuna de la independencia será también un lugar de excelencia en la educación. Hacia ello caminamos.
Junto a la educación, la cultura constituye un recurso vital para la construcción de ciudadanía. Debe ser una herramienta de cambio, un factor de inclusión, un bien social de construcción colectiva y un medio para entender el mundo y habitarlo crítica y creativamente.
Es un recurso inspirador que debe fortalecer el cuidado de su patrimonio, en la defensa de sus valores y en el disfrute de las creaciones individuales y colectivas. El arte como parte significativa de la cultura tendrá un lugar preponderante en nuestra gestión.
La promoción, identificación y apoyo de las vocaciones artísticas de niños y jóvenes debe ser una prioridad en el diseño de la política cultural.
El deporte completa la formación integral de las personas a la que nos hemos referido. El concepto de la educación física escolar no es suficiente. El niño y el joven de acuerdo a sus edades y posibilidades tienen que dedicar una parte importante de su tiempo a las prácticas deportivas.
Para esto es necesario optimizar y dinamizar el sistema deportivo provincial desde los modestos clubes de barrio hasta los centros de alto rendimiento que nuestra provincia necesita y con lo cual tendré un particular compromiso.
En relación con este tema es necesario colaborar para que se apruebe el proyecto de Nueva Ley Nacional del Deporte, que ha sido elaborada con un mecanismo participativo en todo el país.
El Tucumán del Bicentenario es un Tucumán socialmente inclusivo y justo.
Hay una dimensión de la justicia que pasa desapercibida muchas veces, pero afecta a casi todos los ciudadanos en su vida diaria. Me refiero a los miles de trámites, diligencias y gestiones que solicitan y realizan ante el Estado.
No es sólo un tema de tiempo, dinero, esfuerzo. Es la posibilidad de acceso real y cierto a la administración, beneficios y servicios estatales. Simplificaremos y facilitaremos el acceso a los organismos y trámites del Estado, reduciremos los tiempos de espera, incorporaremos todos los avances tecnológicos existentes y vincularemos las áreas de gobierno.
El Estado del desarrollo en equidad será un Estado cercano y amistoso con los ciudadanos.
Honorables miembros de la Legislatura, la continuidad democrática es un motivo colectivo de satisfacción. Un proceso que se fortalece en el tiempo y más allá de las personas. Sabemos que hay muchas cosas por arreglar, pero la continuidad del proceso democrático es la base del orden político y desarrollo social de una comunidad.
De manera similar, los avances en decenas de indicadores de infraestructura, productivos y sociales de la provincia realizados en los últimos doce años constituyen otro punto de partida que sostienen, facilitan e impulsan el futuro por venir. El principal artífice de todo esto ha sido José Alperovich
Como les manifesté al inicio de este discurso, nos toca a nosotros el tiempo del Bicentenario de la independencia. Como cualquier momento histórico, nos encuentra con ideas y posiciones distintas y tal vez antagónicas sobre la provincia que queremos o las políticas públicas que más convienen. Hagamos del Bicentenario nuestra oportunidad para el reencuentro.
No vengo a decirles “olvidemos nuestras ideas” ni “depongamos nuestras opiniones”. Vengo a decirles: en el contexto de esta celebración común, escuchemos nuestras opiniones, pongamos oídos a nuestras particularidades, conversemos desde nuestras posiciones. Es nuestra oportunidad de convivir en la variedad, dialogar en la pluralidad, encontrarnos en la diferencia. Una comunidad política es variedad y pluralismo en la búsqueda fraterna del bien común.
El marco institucional de esta búsqueda es la democracia. Como dijo ese gran presidente de nuestro país, el Dr. Raúl Alfonsín: "El pluralismo es la base sobre la que se erige la democracia y significa reconocimiento del otro, capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias como condición para la existencia de una sociedad libre".
La democracia nos permite dialogar, confrontar y decidir, dando una forma y un procedimiento al pluralismo y la variedad. Hoy algunos somos oficialismo y otros son oposición; algunos mayoría y otros minoría. En el devenir de la historia, es apenas una circunstancia.
En respeto, escucha e institucionalidad, dialoguemos, consensuemos, decidamos y avancemos. De esto se trata la democracia. Cada elección organiza las diferencias, pero mucho más importante todavía, renueva el pacto fundante que hace 200 años nos hizo comunidad histórica y política.
Queridos tucumanos, nos une un pasado común de logros y de deudas, de hallazgos y olvidos. Mucho más todavía nos vincula un futuro colectivo, un anhelo cierto de desarrollo para todos, en equidad. Nuestras herramientas son el diálogo y la democracia. Nuestro capital social es esa misma historia de hombres y mujeres que desde hace 200 años realizan y emprenden este Tucumán que hoy somos y conformamos. Celebremos el don de este pasado. Celebremos el don de este Bicentenario.
Señores legisladores, pueblo de Tucumán, renovemos el esfuerzo y la decisión de nuestros hombres de la Independencia y del Centenario. Y, como ellos, construyamos esa historia del mañana que aún no está escrita. Porque, como dijo ese gran estadista y amigo, Felipe González, “sólo nosotros podemos hacerlo”. Esta es nuestra independencia, esta es nuestra libertad. Honremos juntos nuestra historia. Escribamos juntos nuestro mañana. A ello los convoco.
Y me ofrezco como el primer servidor de todos y de cada uno de ustedes. Como el primer servidor de este Tucumán nuestro del Bicentenario.
Muchas gracias
Transcripción del discurso : Fuente La Gaceta
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