Juicio a Alperovich por abuso sexual: comenzaron los alegatos y se define la fecha para el veredicto
Este lunes comenzó la etapa final en el juicio a José Alperovich, exgobernador de Tucumán acusado de nueve hechos de abuso sexual. Desde principios de febrero, se avanzó con la incorporación de pruebas y testimonios de testigos. Ahora, el proceso entra en la fase de alegatos, donde la fiscalía, la querella y la defensa presentan sus argumentos finales.
La jornada comenzó pasadas las 10, con la palabra de la querella, a cargo de los abogados Pablo Rovatti, Carolina Cymerman y Esteban Galli, que representan a la denunciante.
“Durante todo el debate, pudimos acreditar que Alperovich cometió múltiples hechos de abuso sexual, de variadas naturalezas, en domicilios de Buenos Aires y Tucumán. También en los automóviles de Alperovich, en los traslados a distintas visitas en la provincia”, comenzó con su alegato Cymerman y agregó: “Para dar mis argumentos, voy a tomar el testimonio de la víctima que representa una prueba de cargo fundamental en casos de violencia sexual. El acusado llevó a cabo durante todo este tiempo una brutal campaña de deslegitimación de la denuncia. Yo creo que en este lugar, su voz y su palabra van a cobrar vida. Ella, que declaró por más de 5 horas, con un embarazo avanzado, aportó precisiones y detalles del hecho, algunos escabrosos, mientras que el acusado pretendió instalar que se trató de un relato armado”.
También brindará sus palabras el fiscal Sandro Abraldes, que durante todo el debate intentó indagar respecto al supuesto abuso de poder y violencia de género que habría ejercido el exsenador contra su sobrina y colaboradora en la Cámara de Senadores.
El último en dar su alegato será la defensa, encabezada por Augusto Garrido, que deberá presentar sus argumentos el miércoles 12. El abogado sostiene que no hay pruebas suficientes que respalden las denuncias y buscará la absolución de Alperovich, próximo a cumplir 70 años.
El juez Juan Manuel Ramos Padilla será el encargado de dictar sentencia. Se espera que, una vez concluidos los alegatos y las réplicas, pueda emitir un veredicto en aproximadamente una semana a diez días. La fundamentación por escrito de la sentencia se dará a conocer después de la feria judicial, a inicios de agosto.
Junto con la sentencia, el magistrado deberá emitir una decisión también por la solicitud del fiscal, que pidió la inmediata detención del excustodio de Alperovich, David Cayata, por falso testimonio.
El juicio se desarrolla bajo la figura del concurso real, lo que implica que cada uno de los nueve cargos que se le imputan debe ser analizado y juzgado de manera independiente. Por la imputación y los agravantes, el Código Penal establece que las penas podrían ir de 6 a 15 años de prisión por cada delito.
“Es un juicio orquestado”: la defensa de Alperovich en el juicio en su contra
El debate comenzó el 5 de febrero, en el Tribunal Oral en lo Criminal N°29 de Ciudad de Buenos Aires, con la extensa declaración de la denunciante, que dio su versión de los hechos a puertas cerradas, y contestó las preguntas de las partes a lo largo de 6 horas.
La joven aseguró que los ataques habrían ocurrido entre 2017 y 2018, en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán. La víctima declaró que todo sucedió mientras trabajaba como asistente de Alperovich en el Senado de la Nación.
Durante estos cuatro meses, pasaron decena de testigos, como familiares de la denunciante y del acusado, funcionarios del gobierno de Tucumán, excolaboradores de la campaña de Alperovich, policías, peritos, psicólogas, entre otras personas relevantes en la causa.
Los más salientes fueron los testimonios del padre de la joven, un reconocido médico de la provincia, que es primo del exgobernador. “Mi hija se fue a vivir a mi casa después de la denuncia porque me necesitaba cerca. Yo también tuve pánico, no dormía, la pasé muy mal pero tenía un propósito, mi meta era salvarla, que pudiera estar bien. Con el paso del tiempo ella pudo recomponerse. Cuando volvió a reír, yo supe que se sanó gracias a Dios”, contó.
“Temblaba, no dormía, no comía, había perdido 10 kilos. Se despertaba con sobresaltos y ataques de llanto, yo tenía que ir a agarrarla y contenerla como cuando tenía dos años”, agregó.
Otra testigo que complicó al acusado fue la directora cinematográfica que trabajó con Alperovich durante la última campaña a gobernador, a través de una agencia de marketing. Su función era hacer spots publicitarios, realizar material audiovisual y estar en las entrevistas televisivas que hacía.
“Yo especialmente tenía que mostrar una persona humana de él, pero se me dificultaba cuando había mujeres. Fue difícil, en varias ocasiones. Yo le pedí por favor que mirara a los ojos a las mujeres, porque la mirada siempre se iba para abajo”, declaró Reynoso en su primera intervención.
Después contó dos situaciones incómodas que vivió en primera persona con quien en ese momento era su jefe. Una de ellas fue durante una salida al interior de Tucumán, donde iban a recorrer los pueblos y a sus habitantes. Según su testimonio, el exsenador le dijo: “¿Cuándo me vas a dar bola?, tengo una casa en la montaña para que nos vayamos”. Ella no le respondió.
En otra oportunidad, recordó: “Estábamos en una visita con un emprendedor y alguien le hizo saber que era mi cumpleaños. Cuando salí a la calle, él salió atrás mío, me abrazó fuerte y me dijo ‘tengo ganas de hacer el amor con la cumpleañera’”.
La defensa de Alperovich y su hija Sara en el juicio por abuso sexual
En la última jornada, José Alperovich usó su derecho para dar su última palabra, donde declaró durante 6 horas ante el tribunal y señaló: “Es un juicio armado y orquestado, con un móvil económico y político. No tengo dudas, mi idea es presentar la cara para esclarecer todo. Yo no abusé, es una mentira”.
“Lo que me está pasando no se lo deseo ni a mi propio enemigo. Yo defiendo a las víctimas que tienen que ser defendidas, pero hace 5 años que yo estoy sufriendo por todos los medios de comunicación que dicen ´Alperovich violador´”.
El exgobernador tucumano dijo que la denuncia por abuso sexual le “cambió la vida” y agregó: “Me da bronca porque lo que estoy viviendo no se lo deseo ni al peor enemigo, es peor que la muerte. Soy un hombre muerto en vida, gracias a Dios tengo a mi familia, pero confío y vengo a dar la cara”.
Su hija Sara, su mano derecha en lo que tiene que ver con la política y la persona en la que más confía, defendió a su papá durante el juicio. “Esto es todo político. Le destruyó la carrera a él y a mí también”, dijo cuando le tocó declarar ante Ramos Padilla, y lo acompañó desde el princio hasta el final del debate.
En la misma línea habló Beatriz Mirkin. La exsenadora y candidata a vicegobernadora en la campaña de Alperovich sostuvo que la denuncia por abuso “fue una campaña orquestada por la oposición para matarlo política, familiar y personalmente”.
“Ella (por la denunciante) estuvo en muchas salidas con él y es difícil no darse cuenta de la actitud que tenía con las mujeres. Decía ‘no lo van a cambiar, él es así’”, aseguró.
Durante su declaración, contó un detalle que llamó la atención de la querella. “Cuando íbamos en la combi de gobernación, iba mirando mujeres por la ventana y diciendo ‘mirá qué buena está esa mina’. Pero yo qué le voy a decir, iban hablando cosas de varones, no me iba a meter”, manifestó. /TN