Así es la vida de Nataly tras una semana de solidaridad
Tras la difusión de su caso, personas de todo el país colaboraron para que la pequeña revierta su desnutrición. El Estado también dijo presente.
Hace una semana, el país se conmovía ante la angustiante situación de Nataly Pérez, la niña de Arcadia a quien la pobreza impedía superar su desnutrición producto de una parálisis cerebral. Hoy, su vida comienza a tomar un rumbo diferente.
Las donaciones para la pequeña y sus cinco hermanos llegaron de toda la provincia y de varios puntos del país: ropa, alimentos y suplemento nutricional. Muchas personas viajaron hasta su casa a conocerla, jugar con ella y darle un abrazo. También llegó una cocina, una licuadora (Nataly sólo puede alimentarse con comida triturada) y un nebulizador.
El Estado también reaccionó y se hizo presente. Desde el Ministerio de Desarrollo Social llegaron camas con colchones y frazadas para todos los miembros de la familia, una mesa con sillas, un armario y alimentos.
La Comuna de Arcadia envió obreros para arreglar el sistema eléctrico, construir un baño y un lavadero. En los planes de la obra también figura la colocación de puertas y piso, además del revoque de las paredes y pintura. Regularmente, dos asistentes sociales la visitan para relevar sus necesidades.
El Siprosa también monitoreó de cerca su situación y la de su mamá, que está a punto de dar a luz. Le proveyó de sondas para su alimentación y desde el Ministerio de Salud se comprometieron a proveerle lo necesario para que su calidad de vida mejore.
Nancy, la mamá de Nataly, expresó su agradecimiento a todas las personas que se llegaron, enviaron cartas y donaciones para su hija. Conmovida, contó que las mejoras en la pequeña ya son visibles: "ya tiene pancita y segrega saliva", anunció. La mujer se mostró optimista respecto de la posibilidad de que la niña gane peso y logre evitar la colocación de un botón gástrico.
Los hermanos de Nataly viven lo que está ocurriendo como una fiesta. Las más grandes, dijeron que ahora podran invitar a sus compañeras de escuela a estudiar y esperan mejorar las notas.
El papá de Nataly, Víctor Hugo, volvió de la cosecha del durazno en Mendoza y expresó su gratitud con las personas de todo el país que se comunicaron para colaborar con la pequeña.