La policía suspendió una fiesta electrónica en el Cadillal
La villa turística estaba preparada para recibir a unos 400 participantes y 3 DJ: Simone Liberali de Italis y a los argentinos, Martten Wagner y Marcelo Torres
Iba a ser la primera fiesta electrónica después de la tragedia del fin de semana pasado en Costa Salguero. La Presa 4 de El Cadillal estaba lista para recibir a unos 400 asistentes que bailarían desde el atardecer con el DJ italiano Simone Liberali y los argentinos Martten Wagner (Rosario) y Marcelo Torres (Tucumán). Sin embargo, a menos de 12 horas de la fiesta “12T”, los organizadores anunciaron que la Policía no autorizó el evento, por lo cual debía suspenderse.
Según los organizadores, se trata de una animosidad en contra de la música electrónica. “Es inexplicable que por una fiesta mal organizada en Buenos Aires, en la que murieron cinco chicos por la mala organización, a nosotros nos suspendan una fiesta a la iban a asistir 400 personas, una cosa mucho más íntima. En el acta que nos dio la Policía se menciona lo ocurrido en Costa Salguero (la fiesta Time Warp), pero son dos realidades incomparables”, reclamó Andrés Moreno, el motorizador de este encuentro que celebraría su segunda edición en las costas del dique Celestino Gelsi. “Cómo puede ser, si nosotros teníamos los permisos para la primera edición y todo salió perfecto. Está claro que hay órdenes superiores para censurar la música electrónica, como si tuviera relación directa con la muerte de estos chicos”, agregó.
Sin embargo, la Policía asegura que la organización no tenía todos los papeles en regla. “La Presa 4 no está habilitada para este tipo de eventos. Ellos (los organizadores) nunca habían gestionado de forma reglamentaria un pedido de habilitación ante la Comisaría. Cuando se presentaron hoy (por ayer), me doy con que faltaban muchos otros permisos, como el IPLA, Defensa Civil, Bomberos, Siprosa y la Secretaría General de la Policía”, justificó el comisario Daniel Gómez, jefe de la comisaría de El Cadillal. “Yo mismo cursé notas a esos organismos para que me informaran, y me respondieron que no tenían conocimiento. Es algo que no se organiza de un día para el otro, es necesario hacer inspecciones para garantizar la seguridad de los asistentes”, explicó.
Al pedido de informes, Gómez adjuntó una nota en la que hacía constar que el evento no contaba con su visto bueno: “como jefe de la Comisaría de El Cadillal no autorizo la mencionada fiesta electrónica por razones morales, sociales y éticas, teniéndose en cuenta como antecedente la fiesta de similares características desarrollada en Buenos Aires”, según él mismo relató. Cuando se le consultó cuáles eran esas razones “morales, sociales y éticas”, el uniformado respondió que era necesario esperar un tiempo prudencial antes de organizar un evento de este tipo, por respeto.
De todas formas, Gómez admitió que no existe una orden de la superioridad de no autorizar fiestas electrónicas. Esto fue confirmado a LA GACETA por el propio Paul Hofer, secretario de Seguridad, quien no estaba al tanto ni de la fiesta ni de su suspensión. “Si están en condiciones (los eventos) se autorizan; si no, no”, respondió el funcionario.