Lázaro Báez presentó un escrito y negó que sea el dueño de la empresa Helvetic
El detenido por la ruta del dinero K rechazó ante Casanello que sea propietario de la sociedad que compró "La Rosadita". Se negó a responder preguntas.
Foto: tn.com.ar
Lázaro Báez volvió a presentar un escrito ante el juez federal Sebastián Casanello, que investiga la causa de "la ruta del dinero K". El empresario K -detenido y procesado por lavado de dinero- negó que sea dueño de la sociedad Helvetic Group, que le compró a Federico Elaskar la financiera SGI, conocida como "La Rosadita" y se negó a responder preguntas. El magistrado pretendía ampliar la indagatoria.
Báez cumplió el miércoles un mes en prisión y está procesado por supuestas maniobras hechas a través de SGI. El objetivo del empresario K era sacar del país sumas millonarias en dólares, presuntamente generadas en el uso de facturación apócrifa para simular gastos a partir de contratos de obra pública con el Estado Nacional.
El pasado 7 de abril Báez ya había presentado un escrito en el que había rechazado las acusaciones por presunto blanqueo de activos que le había hecho el juez. El empresario K había indicado en el escrito que no estaba definido qué delito se le imputaba y que la plata que tiene proviene de circuitos legales.
El miércoles el empresario K ya había tenido un fuerte revés judicial, ya que la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó la excarcelación que había pedido la defensa del detenido. El tribunal consideró el recurso como "inadmisible". El fallo fue firmado por los jueces Juan Carlos Gemignani, Gustavo Hornos y Mariano Hernán Borinsky.
Leonardo Fariña le había pedido a su exjefe que declarara en la causa, cuando el "arrepentido" valijero rompió el silencio en una entrevista con Odisea Argentina. "Le recomiendo a Lázaro que no sea tan boludo como yo. Seguramente piensa que si calla va a actuar con código para sus jefes y mágicamente le va a venir una mano. Eso nunca va a pasar", había dicho Fariña. Pero Báez decidió seguir sin declarar.
El fiscal federal Guillermo Marijuan estuvo a cargo de una gran cantidad de allanamientos -especialmente en Santa Cruz- detrás de la riqueza de Báez. En realidad, el funcionario judicial salió de su casa el martes 19 de abril convencido de que allanaría 50 propiedades y volvería el sábado siguiente. Nada de eso pasó: en pleno viaje supo que Báez tenía otras 90 propiedades más. El dinero que buscaba podía estar en cualquiera de ellas.
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