Las redes sociales jugaron un papel fundamental para hallar al hijo de un empleado bancario

Las redes sociales (Facebook, Twitter, Whatsapp, etc) cambiaron radicalmente la manera de comunicarnos y eso modificó sin duda la forma y velocidad en que la información se transmite. Hace falta solo un cliscs para que datos, fotos, textos e incluso pedidos de auxilio o ayuda sean transmitido a miles de personas en apenas minutos.

Lo cierto es que los grupos de whatsapp, twitter, facebook entre otras redes, se convirtieron en herramientas ideales para que la gente de manera inmediata vuelque sus opiniones, reclamos y pedidos al universo de internet donde miles de personas interactúan a cada segundo.

El 17 de septiembre de este año un empleado bancario emitió por grupos de whatsapp un pedido desesperado contando que su hijo de dos años habia desparecido del domicilio de su madre. Inmediatamente se hicieron eco del mensaje, que en pocos minutos se volvió viral, ciento de personas, periodistas, medios de comunicación y la organización gremial a la que el empleado pertenece (Asociación Bancaria de Tucumán). Todos colaboraron desde sus perfiles al mismo tiempo que policías y familiares se lanzaron a la búsqueda del menor que unas horas después fue encontrado sano y salvo por una pareja que dio aviso a las autoridades. 

Si bien es cierto que la información atravesó de manera vertiginosa a muchas personas por tratarse de un pedido desesperado de ayuda, la veracidad de la misma estuvo confirmada por periodistas, la organización gremial y los medios de comunicación que desde sus cuentas replicaron la foto y los datos del menor con la intención de que sea hallado lo más rápido posible.

No hay que desconocer que mensajes masivos y perfiles falsos esconden en muchos casos maniobras delictivas o de engaños para captar posibles víctimas en las redes sociales. Sin embargo la intervención de periodistas, medios de comunicación y las organizaciones sociales son de vital importancia a la hora de confirmar que la información es real.

El caso del empleado bancario Franco Ferroni, que perdió por varias horas a su hijo de apenas dos años, tuvo un final feliz gracias a que se logró poner al servicio de la comunidad las redes sociales y su asombrosa capacidad de propagar un mensaje en minutos a miles y miles de personas.