Pusieron bolas naranjas en una rampa para discapacitados

Los vecinos de barrio sur se sorprendieron en los últimos días al ver que varias esquinas de Barrio Sur tienen desde hace varios días bolas de color naranja, que tienen el objetivo de evitar que los autos impacten en las fachadas de los locales o casas que quedan justo las esquinas.

Los bolardos, similares a las utilizados por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán en las semipeatonales de diferentes arterias de Barrio Norte, fueron ubicadas desde la semana pasado según un empleado de una casa de electrónica ubicada en Heras y General Paz. “Las pusieron para evitar accidentes. En esta esquina siempre hay choques que terminar en nuestro local. “Una vez pintamos el frente y a las dos semanas una camioneta chocó y lo rompió todo”, explicó el hombre que no quiso dar su nombre. 

Sobre si las bolas bloquean el acceso a las sillas de rueda, el trabajador señaló que estas están bien separadas, por lo que una persona discapacitada puede pasar sin problemas. Sin embargo, la instalación generó polémica en las redes sociales por la que el bolardo ubicado en medio de la rampa fue retirada por el municipio.

Otra de las esquinas intervenidas es la de Heras y Lamadrid y Heras y Lavalle. Es esta última un empleado de una local que colocación de parabrisas de autos, contó a eltucumano.com que las bolas fueron colocadas la semana pasada y que la Municipalidad reemplazó unos hierros que el dueño había colocado hace varios años para evitar choques contra su propiedad. “La verdad desconozco si son mejores que las hierros que había antes”, se preguntó el joven que tampoco quiso dar su nombre.

Por su parte el subdirector de Tránsito de la Municipalidad, Enrique Romero, señaló que el principal objetivo de las piezas esféricas es evitar que en caso de accidentes los vehículos suban a la vereda. "Lo vamos a hacer en todas las esquinas donde el tránsito sea complicado. Las bolardas reemplazan los postes de hierro que se solía colocar", informó el funcionario a La Gaceta.

Ante polémica generada, Graciela Rotella, arquitecta especializada en accesibilidad, señaló que no entiende la intención de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán en la colocación de estos bolardos. "Quizas tienen la intención de mejorar, pero la aplicación no es la correcta. La funcion del bolardo es de protección del peatón, para esto tiene una determinada altura que no es más entre 70 o 90 centímetros. Una separación de 0,90 centímetros entre bolardo y bolardo. Cumple una función muy especifica", explicó a este diario.

"Si ellos utilizan ese bolardo para protección de accidentes, no funcionan, no cumplen esta funcion. No sirve para proteger. No sé cuál es el criterio que tienen para ponerlos", agregó Rotella que a mediados de agosto cuestionó al municipio de Germán Alfaro al que acusó de no tener un plan estratégico, ante el accidente sufrido por un peaton en una de las rampas recientemente construidas y con una tapa séptica en medio.