San Martín se reencontró con su gente y la victoria en casa

Por la cuarta fecha de la Primera Nacional San Martín recibió a Estudiantes de Río Cuarto en una Ciudadela explotada.

Minutos antes del arranque del partido en las tribunas quedaban pequeños blancos, lugar de los hinchas que estaban entretenidos en las charlas de reencuentros, esperando por algún choripán o descubriendo las nuevas obras en el estadio en las que trabaja la gestión de Rubén Moisello.

Cánticos, papelitos, luces de los celulares y fuegos artificiales dieron el marco al recibimiento del equipo de Pablo De Muner en el primer partido de local con el 100% del aforo.

San Martín se lucio en la noche de viernes desplegando un excelente juego. El DT enseñó que su equipo no son solo los once jugadores fetiches de las tres primeras fechas. El partido comenzó con sustos en los primeros minutos, Estudiantes tuvo algunas llegadas al área de Darío Sand. Pero el salir mano a mano no le resultó a los cordobeses.

A los 20’ llegó el gol de Juan Orellana a través de un cabezazo. El barba salió y lo gritó con toda el alma al igual que los hinchas en las tribunas. Apenas seis minutos después llegó el turno de Diego Sosa, con una excelente asistencia de Federico Jourdan definió en el arco descuidado por el arquero visitante. El partido se podría haber finalizado después del segundo gol del local a los 26’ minutos, el complemento fue un poco más que un trámite para los “Santos” quienes estuvieron cerca de ampliar la diferencia de tantos en más de una oportunidad.

El calor de la noche tucumana de viernes hizo que toda camiseta sea agitada en el aire dejando los torsos al desnudo.

Los tres minutos de adición sirvieron para que la hinchada se haga eco de la victoria en el primer partido como local a cancha llena y le agradezca a los jugadores el buen planteo. Terminó el partido y nadie se quería ir de la Ciudadela, los jugadores se abrazaban en el centro de la cancha y los hinchas subían más y más el volumen de sus canticos junto a los flashes de sus celulares para capturar el momento. San Martín ganó, gustó y alegró a su gente.

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