

Este sábado Raúl Mariano Amaya, de 36 años, oriundo de Ranchillos, quien sufre retraso madurativo y trastornos de personalidad, se dirigió a Los Vallistos para visitar a sus parientes. Ahí comenzó todo. En casa de sus padres comenzó a decir incoherencias e intentó ahorcar a su madre exigiéndola que se ponga de rodillas para que él la redimiera de sus pecados. Inmediatamente fue socorrida por su esposo y Amaya logró escapar de la vivienda.
A continuación, en el puente de Los Vallistos se encontraba Fernando Borda (80) quien se habría encontrado con Amaya en estado exaltado y a los gritos continuaba expresando frases religiosas. Aparentemente, según los testimonios de la vecina del lugar, Juana Herrera, Amaya lo empujó al octogenario al vacío y escapó del lugar.
A los minutos acudió personal del 911, quienes retiraron a la víctima del río Salí y lo trasladaron en ambulancia hasta el hospital Padilla, donde lamentablemente llegó sin vida.
Personal del 911 finalmente localizaron a Amaya, y al reducirlo manifestaron que el sujeto pedía y afirmaba ser Jesucristo y que había venido a salvar a Tucumán.
Fuente: La Gaceta










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