Con el bolso con dinero, Ángel Aldo “Kuki” Carrizo salió de su casa. Se despidió de su esposa y emprendió el viaje hacia Bolivia. Pero con el paso de los días, no se supo nada más de él. No había noticias de su paradero. Tenía 7.500.000 pesos que eran de su empleadora. La Policía y la Justicia lo buscaron durante semanas, hasta que lo encontraron durmiendo plácidamente en su casa.
El 23 de julio, en horas de la tarde, “Kuki” se despidió de su esposa y ascendió a un remís que lo llevaría hasta el límite fronterizo. Carrizo salió de su casa en la ciudad de Las Termas de Río Hondo con destino al país de Bolivia. Era uno de los “empleados de confianza” de una comerciante, quien le entregó dinero y le encomendó comprar mercadería.
Al día siguiente, su esposa habría intentado contactarlo, pero no lo logró. No pudo comunicarse con el empleado de comercio. Lo llamó y le escribió, pero no tenía respuesta alguna, por lo que el 24 de julio recurrió a la Policía.
Realizó un comparendo para dar con el paradero y ubicación de su esposo. La mujer temía la peor noticia, teniendo en cuenta la millonaria cifra de dinero que tenía. De inmediato, la fiscal de Río Hondo y Jiménez, Dra. Carla León Fernández, dispuso la intervención de varias dependencias policiales.
Los efectivos de la División Ciberdelitos de la Policía de la Provincia pudieron determinar que el GPS del celular de Carrizo tuvo dos impactos. Uno en Bolivia y otro en la provincia de Salta. Pero pasaban los días y Carrizo no daba “señales de vida” ni a su familia ni a la Policía, mientras que su fotografía recorría los medios de comunicación.
En la angustiante búsqueda del desaparecido, la familia temía que haya sido raptado o hasta asesinado para robarle el dinero.
Mientras Carrizo seguía oculto en algún lugar, se unió a las pesquisas el personal de la División Trata de Personas y Delitos Conexos, que realizó diversos procedimientos en Tucumán y Salta, pero con resultados negativos.
Por su parte, el personal de la División Búsqueda de Prófugos realizaba verificaciones de información y a través de sus nexos procuraba dar con el paradero del trabajador. Pero pasaban los días y no había un dato certero del paradero de Carrizo. Tampoco se sabía si estaba vivo o muerto.
Por su parte, los efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos comenzaron a realizar un trabajo de inteligencia en la ciudad de Las Termas de Río Hondo. Días atrás, obtuvieron un dato importante en la causa, que les permitió terminar con la suerte de Carrizo.
Los investigadores de las diferentes dependencias pudieron establecer que Carrizo estaba en su ciudad natal. Realizaron un seguimiento, hasta que ayer a las siete de la mañana los efectivos realizaron un procedimiento en su vivienda ubicada en avenida Néstor Kirchner y Sáenz Peña.
Para “sorpresa” de todos, Carrizo estaba durmiendo. Estaba en su casa, bien tapado y durmiendo plácidamente.
El sujeto fue detenido de inmediato, por orden de la fiscal Carla León Fernández.
Luego fue trasladado al Centro Integral de Salud Termas, donde se determinó que no presentaba ninguna lesión y gozaba de un excelente estado de salud.
Fue trasladado a la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 40, donde quedó alojado e imputado del supuesto delito de defraudación. Los efectivos realizaron una minuciosa requisa en la casa del detenido, donde no encontraron ni el dinero ni elementos vinculados a la causa.
Según se conoció, Carrizo será indagado en el transcurso de la jornada de hoy por la Fiscalía interviniente. Mientras que continúan con las pesquisas del caso./nuevodiario