A los gritos y esposado: condenaron a Cositorto por la estafa de Generación Zoe y estalló de furia

22/02/2025RedacciónRedacción
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El Tribunal de Juicio declaró la culpabilidad de Leonardo Cositorto y otros tres imputados por la millonaria estafa a 98 ahorristas de Goya que confiaron sus fondos a Generación Zoe, tentados por las altísimas tasas de retorno que prometían. Dos de los referentes locales, los hermanos Nicolás Ismael (31) y Javier Nicolás Medina (28) fueron absueltos porque para los jueces no se pudo probar su responsabilidad más allá de que salían a captar ahorristas.
Un momento de tensión se vivió cuando Cositorto, considerado por los jueces como el jefe de una asociación ilícita, interrumpió al presidente del Tribunal cuando explicaba el fallo ante una sala colmada. “Está mintiendo, es una vergüenza”, estalló, al tiempo que el magistrado ordenaba a los policías que lo esposaran y retiraran de la sala. Ocurrió cuando el juez dijo que Generación Zoe había vaciado y cerrado las cuentas bancarias dos meses antes dejar de pagar a los ahorristas.

El presidente del Tribunal de Juicio, Ricardo Carbajal, explicó la forma en que operaba la organización, que no había inversiones y que en realidad buscaban apropiarse del dinero de los ahorristas. Para el Tribunal, el caso encuadra en una “coautoría por división funcional de tareas” y le adjudicaron el rol principal a Cositorto. Maximiliano Batista, Miguel Ángel Echegaray y Lucas Camelino fueron declarados culpables de integrar una asociación ilícita y las 98 estafas.

La imposición de penas a los cuatro condenados se realizará el martes y todo indica que tanto la Fiscalía como la querella pedirán 16 años de cárcel para Cositorto y sus laderos.
Los argumentos de la condena.

Poco antes de las 10.30, los jueces dieron su veredicto. Según la reconstrucción que realizó el Tribunal, la clave fueron las reuniones en las que Camelino se postuló para armar una oficina en Goya y así convertirse en el primer millonario de la familia. “Ven la veta y la posibilidad de armar Zoe Goya, donde ya había otras personas interesadas en hacer trading”, sostuvo el magistrado.

“En el viaje a Dubai, Batista convence a Cositorto de instalarse en Goya, lo cual se concreta en septiembre de 2021” porque sabían que muchos ex empleados disponían de dinero por haber cobrado las indemnizaciones tras el cierre de la planta industrial de una tabacalera. “Cositorto se constituye en Goya para corroborar que estaban dadas las condiciones y había gente suficiente para que la oficina local exista”, indicó Carbajal.
El magistrado explicó que Generación Zoe abrió cuentas bancarias en julio de 2021 y las cerraron en diciembre del mismo año, poco tiempo antes de que cesaran los pagos a los ahorristas.

Según el Tribunal, Generación Zoe “se valía de un aparato de mentiras, de inversiones inexistentes que sustentaran la oferta que le hacían a los ahorristas” y que éstos no tenían forma de constatarlo.

Carbajal dijo que durante el juicio los imputados “no trajeron nada que acreditara inversiones consistentes para hacer frente a ese 7,5%” de intereses mensuales en dólares que prometían. En ese sentido, los jueces explicaron que “no hay constancia de que hicieran trading, no había minas de oro, que era el respaldo de Zoe Cash”.
Los jueces descartaron que el incumplimiento en los pagos haya sido a causa de medidas judiciales. “Dicen que no pagaron porque les bloquearon las cuentas, pero para ese entonces ya estaban cerradas”, argumentaron. Y agregaron:“El dinero fue a parar a las alforjas de los cuatro condenados”, en referencia a Cositorto, Batista, Echegaray y Camelino.

El Tribunal sostuvo que presentar a Generación Zoe como una oferta educativa “era una argucia…dónde están los egresados de la Universidad del Trading”, se preguntó. Y que los imputados “salieron a estafar a mansalva”.

Indicaron que por parte de los imputados hubo una "coautoría por división funcional de tareas”. Además, colocaron a Cositorto como jefe de la asociación ilícita y a los tres restantes como meros integrantes.
A primera hora del día todos los imputados habían tenido la posibilidad de dirigirse a los jueces antes de que pasaran a deliberar y dictar sentencia. El primero en hablar fue Lucas Camelino (38), quien reiteró su inocencia y agradeció a los jueces por “permitir que salga a la luz la verdad” y por haberlos escuchado.

En el mismo sentido se pronunció Miguel Ángel Echegaray (59), quien está acusado de ser uno de los organizadores de la banda. Por su parte, los hermanos Nicolás Ismael Medina (31) y Javier Nicolás Medina (28), se mostraron confiados en una absolución “porque pudimos demostrar que somos inocentes y quién es la persona responsable” del no pago. Sin mencionarlo, volvió a apuntar a Jonathan Vargas, otro de los referentes locales de Generación Zoe que fue desvinculado de la organización poco antes del derrumbe del esquema Ponzi.

Maximiliano Batista (44), otro de los que puede terminar con una condena cercana a los quince años, sostuvo que no entiende "el perjuicio” que causaron con Generación Zoe, al mismo tiempo que cargó contra la Fiscalía y el abogado querellante Pablo Fleitas: “No fueron claros porque hasta hoy no sabemos de qué se nos acusa”.
Como era de esperarse, el más locuaz fue Cositorto. En primer lugar agradeció “a Dios y el trabajo de los abogados”. Insistió en que quiere “responder ante la gente que no cobró", pero que puede hacerlo "estando preso”. Para el ex CEO de Generación Zoe “no hubo dolo, no hubo asociación ilícita” y se tomó un tiempo para pedirle disculpas al presidente del Tribunal, Ricardo Carbajal, “por los cruces que tuvimos durante el juicio”, situaciones que atribuyó “a mi vehemencia”.

El miércoles, los fiscales Guillermo Barry y María Eugenia Ballará habían pedido la condena de los seis imputados. A Cositorto, Echegaray y Batista les adjudicó ser los organizadores de la asociación ilícita y de haber montado una serie de empresas para generar confianza en la gente. A los referentes locales los acusó de ser parte del engranaje delictivo. En el mismo sentido se pronunció Fleitas.
Los defensores de los seis imputados, en tanto, apuntaron a la inexistencia de una asociación ilícita y buscaron encuadrar el caso en un incumplimiento contractual que debió ser dirimido en el fuero Civil. /Clarin

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