
Misterio por la muerte del preso más peligroso del sistema penitenciario: ¿Qué le pasó?
26/07/2025

Enrique Hugo Montuelle Masmouk, de 45 años, uno de los reclusos más peligrosos y emblemáticos del sistema penitenciario de Mendoza, fue encontrado sin vida este miércoles por la noche en su celda del Complejo Penitenciario N°3 Almafuerte, en la localidad de Cacheuta, Luján de Cuyo. La muerte fue detectada a las 20.05 durante el recuento rutinario de internos en el módulo 5.
Montuelle se encontraba alojado en una celda RIF (Régimen de Intervención Física), una modalidad de aislamiento extremo utilizada para preservar la integridad del propio interno o de terceros. Estaba solo, sin contacto con otros presos, y con antecedentes de autoagresiones y episodios de violencia.
Los agentes del Servicio Penitenciario notaron que no respondía a los llamados. Lo hallaron sentado, inmóvil sobre la cama. Al no reaccionar, se solicitó asistencia médica, que constató su fallecimiento. La Fiscalía de Homicidios descartó signos de violencia externa o intervención de terceros, así como indicios de suicidio. Todo apunta a una muerte natural, aunque el Cuerpo Médico Forense realizará la necropsia para confirmar la causa.
Montuelle se convirtió en una figura conocida dentro del mundo carcelario por su participación en algunos de los episodios más sangrientos ocurridos en prisiones mendocinas. Su nombre apareció por primera vez en los medios en 2004, cuando participó del asesinato y descuartizamiento de Sergio Salinas, un interno de 24 años que fue atacado por nueve presos tras consumir alcohol y psicofármacos. La víctima fue apuñalada más de 70 veces con facas de fabricación casera y su cuerpo fue seccionado en ocho partes y guardado en bolsas.
Por ese crimen, Montuelle fue condenado en 2007 como partícipe primario de homicidio simple. Poco después, recibió prisión perpetua por el asesinato de Diego Ferranti y Gerardo Gómez, líderes del motín vendimial del año 2000, quienes fueron atacados a puñaladas tras ser trasladados desde Neuquén a Mendoza para declarar en juicio.
Pese a su temible prontuario, Montuelle logró una indemnización del Estado provincial en 2018 por “daños físicos y agravio moral” sufridos durante su reclusión en el penal de Boulogne Sur Mer. En 2013, había sido herido gravemente en una pelea y debieron amputarle el bazo, lo que lo dejó con secuelas físicas permanentes.
Los jueces que fallaron a su favor reconocieron que vivió “en aislamiento, con varios hechos de autoagresión y heteroagresión” y padecía “problemas patológicos severos de orden psicológico” tras más de una década de encierro en condiciones inadecuadas. /A24







