El cuerpo no miente

El lenguaje corporal es algo realmente fascinante, los seres humanos la mayoría de las veces decimos más con el cuerpo que con la boca y es que el cuerpo se encarga de comunicar inconscientemente nuestros verdaderos deseos o intenciones. En general, este tipo de comunicación se percibe también de manera inconsciente o sea que no nos damos cuenta de ello, pero nos basamos en esos mensajes para decidir si lo que nos está contando alguien es cierto o no. Aquí te presentamos algunos tips para detectar mentirosos según el lenguaje corporal:

• 1. Repetir la pregunta. Los mentirosos al ser cuestionados con una sencilla pregunta suelen repetirla total  o parcialmente, por ejemplo:

         __ ¿Dónde estuviste anoche?

         __¿ Anoche?  O  ¿Quién,  yo? 

         Lo que sucede es que el cerebro necesita ganar tiempo para responder de manera no comprometedora para lo cual repite la pregunta para ganar algunos segundos en el procesamiento de dicha respuesta.

• 2. El mentiroso/a se toca de manera inconsciente la boca o la nariz porque  los nervios causan esa picazón en esa zona, debido a que la persona está insegura de lo que está diciendo. Esto se debe a que está  creando todo un argumento o simplemente está tratando de demostrar su inocencia.

• 3. Sudor excesivo en la frente.  La sudoración de la frente es un indicio claro de que la persona está nerviosa. Porque el cuerpo naturalmente ante el peligro se prepara para el contraataque o la huida. Ahora hay que fijarse si antes del “interrogatorio” la persona no estaba acalorada, sobre todo en esta época del año y en este lugar del planeta. Cuando la reacción al peligro lo invada, notarás que la tez se volverá más clara (por compresión de los capilares) y… empezará a sudar,  lo que comúnmente llamamos “traspirar en frio”.

• 4. Ya se ha derribado el mito de que el que miente evade la mirada, lo cierto es que el mentiroso fija la mirada en su interlocutor para ver la reacción de este y saber si su engaño ha sido efectivo. Aún así, todo exceso es sospechoso y esta particular conducta por sí sola no da ninguna certeza, si no la combinación de esta y las que venimos describiendo.

• 5. Justificarse innecesariamente. Cuando nos sentimos culpables por una u otra razón, o cuando estamos nerviosos porque queremos demostrar nuestra inocencia o eficiencia, tendemos a justificarnos innecesariamente, dando demasiados detalles que no nos han pedido.

• 6. Bajar la voz y tragar saliva. Ésta es la característica más fácil de detectar. Cuando una persona miente o está inventando algo, su tono y volumen de voz disminuyen dramáticamente, casi en un 50%. De hablar con una correcta modulación, pasa de repente a bajar la voz con discreción, y de nuevo a un tono de voz normal. En la misma medida que el tono de voz oscila con las mentiras, hay otro detalle vocal que no puede pasarse por alto: tragar saliva. Éste es un proceso automático que hacemos todo el tiempo, pero si estamos nerviosos lo hacemos casi deliberadamente, y se nota.  Es más fácil si el sujeto es hombre, pues la manzana de Adán es una especie de bandera gigante que te permitirá presenciar este fenómeno a plenitud.

• 7. Cuando una persona está siendo interrogada de manera inquisitiva, se mantendrá a la defensiva y su cuerpo estará tenso. En el momento que el interrogatorio termine, pueden ocurrir una de dos cosas: O bien la persona "contrataca" diciendo lo injusto que hemos sido en pensar que está mintiendo, o bien se queda callada y su cuerpo se relaja por unas décimas de segundo.” En pocas palabras, una persona culpable se sentirá aliviada instantáneamente cuando el “interrogatorio” termine.

Esperamos que estos tips, te sirvan para que no te engañen con facilidad pero ojo, no hay que obsesionarse con ello, y si estas en una relación en la que abundan las mentiras hay que evaluar si vale la pena seguir de esta manera.

Fuente: Universidad Corporativa, Fundación Lenguaje Corporal.