Tucumán: Robaron a su hijo al nacer y él la encontró por Facebook, 36 años después

Emilia Guerrero pasó dos tercios de su vida buscando a un hijo que le arrebataron al nacer. Fue él mismo, 36 años después, quien la encontró. Y todo ocurrió a través de Facebook. 

Emilia fue a tener su hijo al hospital de Juan Bautista Alberdi, al sur de Tucumán, cuando tenía 18 años. Tras la cesárea, le dijeron que el niño había muerto.

Años después, Emilia logró rehacer su vida. Se casó, quedó embarazada y volvió al mismo hospital para tener a su segundo hijo. Allí, le preguntaron si era ella la mujer a la que le habían "sacado un bebé recién nacido". Ese día, comenzó su calvario: una búsqueda que se extendería por más de 36 años. 

Marcelo Carrizo pasó toda su vida lejos de su mamá. "Me vendieron a una persona que trabaja en el Hospital de Juan Bautista Alberdi, quien me llevó a Santa Ana. Allí me crié", contó en diálogo con el portal Eco Tucumano. 

"Mi mamá no figura cuando ingresamos al hospital, figura la persona que me crió, con quien estoy agradecido porque fue una buena familia con la que me crie, fueron sinceros conmigo. Soy nacido el 4 de julio y en los papeles figura como que nací el 4 de junio. El doctor, la partera, algún empleado y el Juzgado de Paz, me animo a decir, fueron cómplices de esta situación", remarcó.

Marcelo se enteró casi por casualidad que no era hijo biológico de las personas que lo criaron. "Cuando era niño 6 o 7 años tenía sospecha por algunas bromas que me decían y nunca me olvidaba. Una vez en un viaje de paseo a Buenos Aires con mi familia la que me crio, ante la sorpresa de una tía de que no sabía de mi existencia, mi tío respondió “es hallado” y ahí lo confirme. A los 16 años mi mama me conto la verdad", relató. 

Intentó encontrar a su mamá biológica y a sus hermanos. De hecho, logró averiguar dónde vivía y llegó hasta su casa. Lo atendió su abuela (madre de Emilia). La mujer negó toda la historia y dijo que su hija había muerto. 

Más tarde, Emilia se enteró de lo ocurrido, pero no por boca de su propia madre. "Me está costando mucho superar tantas mentiras ocultas, mi mamá nunca me lo reconoció que él una vez vino a buscarme. Ella murió y nunca me lo dijo, ni siquiera en su lecho de muerte. Me enteré por medio de mis hermanos que mi hijo hacía tiempo me había estado buscando", dijo a Eco Tucumano.

"Fueron situaciones muy duras, desde lo familiar hasta un barrio entero que me juzgó, porque todos hablaron de que yo lo había regalado. Los recuerdos vienen a mí y son muchas cosas que hoy en día me cuesta superar", rememora Emilia.

Marcelo se fue a vivir a La Pampa, pero nunca dejó de buscar a su madre. Incluso, asegura, su familia de crianza lo ayudó en la búsqueda, desde Santa Ana. Pero fue la incorporación de Facebook lo que le permitió finalmente hallarla. 

Comenzó a utilizar la red social en 2012. Tras muchos intentos, encontró a una amiga de su madre, quien lo contactó con ella. El primer contacto entre ambos ocurrió el 4 de abril de 2015, vía Facebook. Y el abrazo llegó el 11 de julio: exactamente 36 años y una semana después de la separación forzada de ambos. 

Emilia recuerda ese momento con sencillez, "como si fuera que siempre estuvimos juntos". "Ahora me cuesta separarme de él, cuando vuelve a su casa en La Pampa", lamenta.

Marcelo y Emilia no sólo se reúnen a rememorar un pasado injusto, que los mantuvo separados y contra el que lucharon con todas sus fuerzas. Ambos miran al futuro. Y quieren que los encuentre juntos. 

La vida de Emilia junto a su hijo recién comienza a escribirse. "Sólo espero que Dios me ayude para vivir bien y disfrutarlo a él", desea. Marcelo también mira hacia adelante: “mi meta ahora es vivir junto a mi familia lo mejor que pueda. Estar cuando me necesiten mis hermanos o mi mamá. Soy feliz, no tengo nada más que decir".