"El tiempo me dio la razón"

La inseguridad deterioró al gobierno y a la sociedad, lo cual significa que Alperovich fracasó como gobernante, y su gestión careció de compromiso y decisión para el abordaje integral de la inseguridad y el narcotráfico.

Alperovich realizó durante su gestión, una seria de irresponsables declaraciones, a saber:

El 13-08-2009: “no sé que hacer frente al delito de la quema de cañas”, reconociendo que el incendio de cañaverales se convirtió en un asunto difícil de manejar para el Gobierno. Para rematar diciendo: “El Estado puede actuar hasta cierto límite”.

El 23-06-2013: “La droga entre los jóvenes nos está ganando”.

El 27-07-2013: “Habrá tolerancia cero para los policías corruptos”, pero nada dijo de la corrupción política.

El 17-11-2014: Justificó los linchamientos frente a los casos de justicia por mano propia de la ciudadanía, ante los casos de de robos y hurtos, cuando dijo: “La verdad es que hay que estar en el cuero de la gente. No sé cómo reaccionaría uno, si me pasara”.

Alperovich justificó los linchamientos, otorgó subsidios para evitar saqueos, nos dijo “que si sabemos quiénes son los denunciemos”, pero jamás dijo como resolver el problema del narco tráfico y la inseguridad.

El 05-11-2014: El “Inimputable” Paúl Hoffer afirmó respecto al narcomenudeo: “No llegaremos a marzo porque queremos hacer un buen trabajo”, tras tres reuniones, el equipo llegó a la conclusión de que se imponía encarar un estudio “profundo” sobre el tema del narcotráfico, antes de dar vía libre al traspaso de la competencia para perseguir a los dealers.

En diciembre del 2014, el Juez Federal Ricardo Sanjuán, afirmó que: “a la provincia nunca le importó el tema de la droga”.

Tucumán ha padecido de Enero del 2012 a junio del 2015, un tsunami de violencia y solo en los policiales de de la prensa local, se informaron 487 homicidios, y 623 heridos por arma blanca y/o de fuego.

Para todo esto, concurren: pobreza, desocupación, aumento del tráfico y consumo de drogas, falta de política preventiva, capacitación y elementos para la policía, y una impunidad y corrupción política sin precedentes.

El Poder Ejecutivo debe averiguar, por ejemplo: quien promueve la droga en Garmendia; porqué removieron al Crio. Pineda de La Cocha, y preguntar a los Crios. de barrios marginales quienes llaman cuando detienen a ladrones y transas.

Hay que crear un Programa Provincial de Prevención del Delito, a implementarse en barrios de alta vulnerabilidad social, sin caer en el prejuicio de considerar como potenciales ofensores de la Ley Penal, solo a ciertos grupos por su condición social y económica.

Crear un Observatorio interinstitucional de violencia criminal, con valoración cuantitativa y cualitativa del fenómeno delictivo, diferenciando el riesgo en correspondencia a la edad, sexo, territorio y posición socioeconómica.

La estrategia Alperovichista de apoyarse en una extensa red de subsidios meramente asistenciales, fracasó y no ha resuelto ningún problema de fondo.

Desde lo ético y lo humano, ha sido nefasto que Alperovich haya dejado llegar la situación hasta donde llegó, y es inmoral que no tuviera en cuenta que la violencia instalada, se nutre de corrupción política, droga, negocios fáciles, impunidad y falta de justicia.

Para todo esto, concurren: pobreza, desocupación, aumento del tráfico y consumo de drogas, falta de política preventiva, capacitación y elementos para la policía, y una impunidad y corrupción política sin precedentes.

El ha sido durante 12 años, el máximo responsable de la seguridad de los ciudadanos, pero su irresponsabilidad sumió a Tucumán en el reino del crimen, el delito y la corrupción.

Ha llegado la hora de que el Poder Ejecutivo se sacuda de encima a Alperovich, y haga renunciar a Hoffer y al actual Jefe de Policía.

“Los hombres esclarecidos aprenden con la experiencia ajena, los mediocres aprenden con la experiencia propia, y los imbéciles no aprenden ni con la ajena ni con la propia”.

Enrique Romero

Dirigente del PJ disidente