El fiscal Gómez en un escrito defiende sus sospechas de que el cura Viroche fue asesinado

En la mañana del 5 de octubre, cuando el cura Juan Viroche fue encontrado ahorcado en la capilla de La Florida, el fiscal General Federal Gustavo Gómez sostuvo vía telefónica ante el canal de TN que para él se trataba de un presunto homicidio vinculado a las amenazas de los narcos. Horas después, el fiscal penal de la IV Nominación a cargo de la causa, Diego López Avila, salió a decir que era un suicidio en base a los primeros resultados de la autopsia, aunque aclaró que iba a mantener la carátula del caso como “muerte dudosa”.

Las hipótesis contrapuestas no quedaron en ese día. Gómez dijo que se “enteró” que a López Avila le provocaron un “profundo desagrado” sus afirmaciones y que por ello decidió citarlo a declarar en la causa. Antes de esa supuesta medida, el fiscal Gómez se anticipó y detalló en un escrito las 7 razones por las que aún mantiene sus sospechas acerca de que el sacerdote habría sido asesinado.

En primer lugar, sostuvo que una semana antes a la muerte de Viroche “un sacerdote me dijo que tenía fundados temores de que la vida de él corría riesgo así como la de alguno de sus familiares. El motivo era su permanente denuncia de delitos vinculados a la trata de personas y venta de drogas”.  En esa charla –que se dio en una iglesia donde asistió a misa-,  Gómez acordó con el sacerdote intermediario que recibiría a Viroche en su oficina de Tribunales Federales pero él nunca fue y en días posteriores tuvo que salir de licencia por vacaciones hasta el 18 de octubre.

Justamente ese día de su regreso el fiscal Federal firmó el escrito que fue enviado al fiscal penal y al que tuvo acceso periódicomóvil.com.  “Mi intención era ofrecerle al Padre Juan la posibilidad de acogerse al Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados creado por la Ley 25.674”, aclaró Gómez.

Como segunda razón de sus sospechas mencionó el mensaje telefónico que recibió a las 9.27 de la mañana del 5 de octubre, de parte del mismo sacerdote que le había solicitado ayuda: “….han encontrado muerto ahorcado al p. Juan Viroche en la iglesia de la Florida. Lo golpearon y lo colgaron en las escaleras del altillo de la sacristía”.

En su tercer punto, sostuvo que el hecho de que haya aparecido colgado “es un mensaje mafioso” puesto que se sabe que muchos jóvenes víctimas del paco se quitan la vida ahorcándose. “Por ello el método elegido es, desde mi visión, un mensaje a la pléyade de sacerdotes, religiosos, pastores y vecinos tucumanos que hoy se dedican al rescate de estos jóvenes”, argumentó Gómez.

En el cuarto punto dejó en claro que en base a los dichos de amigos, colegas y su entorno, no había dudas de que Viroche “estaba siendo amenazado”.

En el quinto argumento sostuvo que el Padre Juan “no reviste un perfil de personalidad acorde al de un suicida”. Además hizo un paralelismo con la vida de Jesús al advertir que un seguidor de Cristo es defensor de la vida y nunca atentaría contra ella.

Como sexta razón alertó que se puede caer en el error de “recalar solamente en la figura del microdealer” en el territorio de  La Florida y Delfín Gallo, cuando la perspectiva real involucra a  organizaciones narcocriminales.

En su último y séptimo punto dijo que le “indignó” leer a través de los medios que se asegurara que se trataba de un suicidio en las primeras horas de ocurrido el hecho. En ese momento coincidió la entrevista telefónica que le hizo el canal de noticias TN de Buenos Aires.

“Recomendaciones” para el fiscal López Avila

Después de detallar sus 7 razones para sostener sus sospechas de que se trató de un presunto homicidio, Gómez enumeró algunas “recomendaciones” para el fiscal López Avila a fin de “colaborar en el esclarecimiento de la causa” en la que se investiga la muerte del cura Juan Viroche.

La más polémica es en la que le advierte la necesidad de cambiar la carátula de la causa, que ahora figura como “muerte dudosa”, al sostener que “sólo caben dos posibles delitos: el homicidio (art.79 del Código Penal) o la instigación al suicidio (art. 83)”. A esto agregó una afirmación más categórica: “los fiscales no deberíamos investigar suicidios. Más aún, si no cabe calificar los hechos por ninguna de las dos figuras mencionadas sólo media archivar la causa”. Y alertó: “sostener judicialmente en el marco del proceso penal que se trató de un suicidio tiene consecuencias gravísimas para los deudos tanto en lo psicológico como en lo legal”.

Por último, explicó que decidió hacer público este oficio para “evitar tergiversaciones interesadas o mal interpretadas”, y recordó que, por lo que advierte, el “trámite del expediente trasciende a la prensa hasta en sus detalles más mínimos”.

Pepa Alabarce y José Inesta 

Presentación del Fiscal Federal Gustavo Gómez sobre sus dichos y sospechas por la muerte del cura Juan Viro... by José Inesta on Scribd