
La dueña de casa dormía cuando ingresó un delincuente sigiloso y, aprovechando que nadie lo observaba, cometió un robo. El ladrón huyó con el botín y lo escondió en su casa. Pero, algunas horas después, su propia madre lo entregaría a la Policía.
La dueña de casa dormía cuando ingresó un delincuente sigiloso y, aprovechando que nadie lo observaba, cometió un robo. El ladrón huyó con el botín y lo escondió en su casa. Pero, algunas horas después, su propia madre lo entregaría a la Policía.
Inés Acuña de Villa Mariano Moreno contó como la tormenta destruyó su casa y la de unas diez familias más. Diez familias perdieron todas sus pertenencias.