Cano y Yedlin, la paradoja digital tucumana

El radical es el preferido en Twitter y el candidato peronista a intendente lidera en Facebook. El resto, muy lejos

Con sus más de 30 mil seguidores y 3.500 twits,  José Cano es –por mucho- el candidato tucumano con más seguidores en Twitter, la red social preferida por periodistas, políticos y estudiantes universitarios (31% entre usuarios ABC1, menores de 30 años y que se conectan principalmente desde su Smartphone). Juan Manzur, su principal contendiente electoral,  apenas supera los 1.600 adeptos.

Sin embargo, Facebook es la red dominante en Argentina con un 86% de la población online del país (más de 25 millones de personas según cifras de la propia compañía). Le sigue muy detrás Twitter con un 22%.

Allí, en Facebook, paradójicamente se hizo fuerte Pablo Yedlin, el candidato a intendente del Peronismo. Con 20.355 seguidores es el candidato mejor posicionado, muy por delante del propio Cano (14.869) y de Manzur, su candidato a gobernador (14.376).

Cano y Yedlin coincidieron en diseñar una campaña en Internet para apoyar a aquellos que quieren votarlos, paradojas de dos exponentes de la clase media tucumana que representa el el 45% de la población de los centros urbanos de la provincia.

En Tucumán, de acuerdo al último informe del Indec, hay 384.490 accesos residenciales de banda ancha sobre una población de 1.597.000 tucumanos (0.24 accesos por habitante), y según el último estudio disponible, las redes sociales tienen una penetración del 92% entre los usuarios argentinos de internet (unos 28 millones).

A pesar de esto, los especialistas en comunicación política le otorgan a la publicidad menos de un 20% de influencia. Lo que sí es seguro es que en las plataformas digitales también se disputa del relato de la campaña, la más intensa que se conozca en el entorno político tucumano por cantidad de piezas, uso y frecuencia.

Aquí aparece como dato curioso la “discrepancia digital” entre Cano y su candidato a intendente, Germán Alfaro. La evidente laxitud en la comunicación de Alfaro, con apenas 2500 seguidores en Facebook y 273 en Twitter, revela una especie de triunfalismo peligroso y arrogante sobre el segmento social base de su propia alianza electoral.

En contraposición a Alfaro, el mensaje de Cano y de Pablo Yedlin en sus campañas es que a ellos sí les interesa Internet.

Cuando un candidato cree en Internet como medio para ganar una elección está diciendo, además, que para él Internet es algo serio, importante, estratégico. Y muchos electores perciben esto como algo positivo aunque no sean conscientes de ello. No son las palabras e imágenes de los avisos las que producen esto, sino la sensación de que ese medio está siendo valorado. El uso idóneo de los medios digitales construye reputaciones y aquellos que construyen con el uso correcto una identidad digital sólida la trasladan luego al mundo físico.

En pocos días veremos resultados.


Por Julio Valenzuela / El circulo rojo