Dos sismos vuelven a desatar el pánico en Italia
Los terremotos, de 5,6° y 5,9° en la escala de Richter, golpearon zonas afectadas por el terremoto de agosto
ROMA.- La tierra volvió a temblar ayer con violencia en el centro de Italia, donde después del trágico sismo del 24 de agosto pasado, dos fuertes terremotos volvieron a provocar terror, evacuados y graves daños en las regiones de las Marcas, Umbría y los Abruzos. Hasta anoche sólo se contabilizaban heridos y una muerte indirecta por un infarto.
"La situación es menos dramática de lo previsto", informó el jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, a la medianoche local, al hacer un balance provisorio.
De 5,4° en la escala de Richter y una profundidad de 9,3 kilómetros, el primer sismo se produjo a las 19.10 (hora local). Su epicentro fue en las localidades de Visso y Castelsantangelo sul Nera, en la provincia de Macerata, región de las Marcas. El temblor se sintió claramente en Roma y en ciudades como Perugia, Florencia, Nápoles y Parma.
Dos horas más tarde, a las 21.18, un segundo terremoto, más violento, de magnitud 5,9° y una profundidad de 8,4 kilómetros, causó más destrucción y volvió a aterrar a miles de italianos. De hecho, en una noche de terror, el sacudón, que duró varios segundos, volvió a sentirse no sólo en Roma, sino también en regiones del norte de Italia, como el Véneto, el Friuli-Venecia Giulia y el Trentino-Alto Adigio.
El epicentro del segundo terremoto -que fue seguido por decenas de réplicas- fue en Ussita, otro pueblo de 400 habitantes en la provincia de Macerata. Su alcalde, Marco Rinaldi, pintó un cuadro desolador. "Nuestro pueblo ha terminado. La situación es apocalíptica", señaló.
"La situación es grave, tenemos que evacuar un hogar de ancianos, se derrumbaron varias casas, se partió el terreno. Muchas personas huyeron de sus casas aterradas, bajo la lluvia y en la oscuridad", agregó Rinaldi, al advertir que había zonas aisladas e inalcanzables.
"Estamos en la calle, frente al municipio, las paredes se derrumbaron", fue el dramático testimonio del alcalde de Castelsantangelo sul Nera, Mauro Falacci.
En tanto, un hombre de 73 años murió por un infarto en Tolentino, presumiblemente por un shock provocado por el terremoto. Fue la primera víctima indirecta del sismo.
Los temblores, que fueron seguidos por decenas de réplicas, provocaron cortes de energía, interrumpieron las líneas telefónicas y causaron problemas de viabilidad en las zonas más afectadas. Crearon pánico entre la gente, que huyó de sus casas y se volcó a las calles, y determinaron la puesta en marcha de la maquinaria de socorros, ya aceitada después del sismo del 24 de agosto pasado.
En medio de la oscuridad de la noche y, para peor, bajo un diluvio, equipos de bomberos, de la protección civil y de voluntarios trabajaban a todo ritmo en las zonas del desastre.
"Quiero agradecer a quien está trabajando bajo el agua en las áreas del terremoto. Toda Italia abraza con fuerza las poblaciones afectadas", tuiteó, pasadas las 23 (hora local), el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Distante más de 160 kilómetros de las zonas del epicentro, en Roma varios antiguos palazzi del centro histórico temblaron en forma impresionante en las dos oportunidades y terminaron con grietas. También fue evacuada La Farnesina, como se llama el edificio que alberga el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Alessandro Amato, del Instituto Nacional de Geología y Vulcanología, indicó que el sismo "de algún modo está relacionado con el del 24 de agosto pasado en Amatrice, porque se encuentra en un área ya activa". Se trata probablemente de una nueva falla, agregó el experto.
Ese terremoto arrasó las localidades de Amatrice, famosa por la pasta con la salsa all'amatriciana; Accumoli y Pescara del Tronto, y dejó 290 muertos, entre ellos muchos chicos que estaban de vacaciones. También hubo 5000 personas evacuadas.
Como sucedió en agosto pasado, también esta vez los temblores provocaron ingentes daños en el patrimonio artístico italiano: muchas iglesias que ya habían sufrido daños hace dos meses terminaron de derrumbarse con el nuevo sismo.
En Norcia, provincia de Perugia (Umbría), quedó devastada la iglesia de San Salvatore a Campi, del siglo XVI, y sufrió daños la iglesia de Santa Maria delle Grazie. En Camerino, provincia de Macerata, el campanario de la iglesia de Santa Maria in Via, ya dañado en agosto, también terminó cayendo en ruinas.
También hubo destrozos en la denominada "zona roja" de Amatrice. "Claro que esto vuelve a despertar el miedo, nos pesa este nuevo temblor", admitió su alcalde, Sergio Pirozzi.
Luego de una noche larga, de pesadilla, las portadas de los diarios italianos titulaban "terremoto infinito".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1950762-dos-sismos-vuelven-a-desatar-el-panico-en-italia
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