Habló una ginecóloga que estuvo en realización de la microcesarea a la nena de 11 años violada.
Se trata de la médica tocoginecológa Cecilia Ouset, quien aunque es objetora de consciencia acompañó a su esposo José Gijena, médico ginecólogo también, que finalmente realizó la microcesarea a la niña.
Tucumán28/02/2019Mariela AldereteLa doctora Cecilia Ousset junto a su esposo José Gijena, se desempeñan como médicos ginecólogos hace varios años de manera privada, ellos no pertenecen al sistema público de salud. Según relato la médica, en dialogo con el canal de noticias TN, el vice ministro de salud Guillermo Viglicco los convoco alrededor de las 22 horas del martes para realizar el aborto legal a la nena de 11 años que fue violada por la pareja de su abuela.
Cecilia contó que ella al ser objetora de conciencia no puede realizar la práctica, pero le paso al ministro el teléfono de su esposo quien no es objetor y estaba dispuesto a realizar la interrupción del embarazo. De todas formas la ginecóloga fue con su esposo al hospital con la intencion de acompañar a la niña en el proceso. Pero al llegar al hospital Eva Perón donde se encuentra internada la nena, descubrieron que no habían ningún profesional que los asista, tanto enfermeras como anestesista e instrumentistas, se declararon objetores de conciencia, así que ella en vez de acompañar a la nena terminó instrumentando a su esposo para que pueda realizar la cesárea. Además solicitaron la ayuda de un médico anestesista de otro nosocomio para poder realizar la intervención.
“Cuando llegamos nos encontramos con un cuerpo totalmente infantil no desarrollado como nos habían dicho, con un embarazo de 23 semanas, cuando ingresamos vemos una nena jugando, esa visión a mí me aflojo las piernas” notablemente emocionada relata la médica.
Además contó que otro tipo de intervención que no fuera la microcesárea hubiera sido imposible de realizar debido a lo pequeño del cuerpo de la nena y de lo traumático que habría sido una intervención via vaginal, “no estaba en condiciones psicológicas debido a los múltiples abusos que había sufrido”. “La médica anestesista tuvo que dormirla porque aun anestesiada se agarraba la bombacha para que no se la saquemos” contó la doctora.
Por otro lado contó que comenzaron la intervención con una presión sanguínea alta 170/120, lo que en una embarazada se denomina preeclampsia, una condición que ponía en riesgo la vida de la pequeña y del bebe en su vientre. Según Ouset hubiera sido imposible para la nena continuar con el embarazo porque peligraba su vida.
Finalmente la médica aseguro, “soy objetora, pero no obstaculizadora, yo no puedo hacer una aborto es algo que me supera, pero estoy a favor del aborto legal.