La reunión entre cancilleres de Ucrania y Rusia terminó "sin avances" hacia un alto al fuego. Kuleba dijo que, sin embargo, acordó con su par ruso, Serguei Lavrov, "proseguir las negociaciones en este formato".
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, y su homólogo ucraniano, Dmitri Kuleba, se vieron las caras en la ciudad balnearia de Antalya, sur de Turquía, país que intenta a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, oficiar de mediador.
El presidente de esa nación, Recep Tayyip Erdogan, que ha multiplicado los esfuerzos de mediación desde el inicio de la crisis, se felicitó de que Turquía "puede hablar a la vez con Rusia y con Ucrania".
"Trabajamos para evitar que la crisis se transforme en tragedia" insistió el mandatario del país, miembro de la OTAN, que le suministra drones de combate a Kiev pero al mismo tiempo preserva sus relaciones con Moscú, de la que depende estrechamente para sus suministros de energía y trigo, además del turismo.
Por otro lado, de acuerdo a un relevamiento realizado por las Naciones Unidas, Más de 500 civiles han muerto en Ucrania desde que Rusia dio inicio a su ofensiva militar. Sin embargo, estiman que el número es "considerablemente mayor", porque tiene dificultades para verificar las informaciones que llegan sin pausa.
En concreto, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos tiene constancia de 516 fallecidos, entre los que figuran al menos 37 niños, informó la agencia de noticias Europa Press.
De los 908 civiles heridos, 50 fueron identificados como menores de edad.
La organización toma nota de los balances que ofrecen las autoridades ucranianas y que anticipan que la cifra de víctimas seguirá subiendo, en vista de los "intensos" combates que hay en algunas zonas y a los protocolos de verificación de datos que asume la ONU.
En este sentido, en las ciudades de Mariupol, Izium o Volvonaja podría haber "cientos de víctimas civiles" que aún no figuran en las estadísticas oficiales.
El Gobierno ucraniano acusó a las fuerzas rusas de bombardear un hospital de maternidad en Mariupol.
Fuente: Télam.