A matar o morir: oficialismo y oposición apuestan todo sobre el final

La importancia nacional de los resultados de Tucumán y los mensajes de Scioli y Macri en la provincia. Las otras fuerzas políticas

Tucumán19/08/2015Mariela AldereteMariela Alderete
Día clave en la campaña tucumana. Fotos: La Política Online y El Día
Día clave en la campaña tucumana. Fotos: La Política Online y El Día

La campaña electoral entró en Tucumán en su recta final y los candidatos nacionales resolvieron apostar de lleno por sus representantes locales.

La importancia del resultado local importa a las carreras de Daniel Scioli (Frente para la Victoria) y Mauricio Macri (PRO) porque un eventual fracaso del oficialismo en una provincia tradicionalmente peronista (salvo el período bussista, el justicialismo gobierna desde hace 32 años) impactaría de manera contundente en la realidad electoral nacional. Por el contrario, el triunfo de uno de los ex ministros mimados de la presidenta Cristina Kirchner, posicionaría al "proyecto" de cara a octubre.

Daniel Scioli llegó a Tucumán a desplegar todo su poder de manejo del Estado. En nombre de la Nación (de la futura Nación, la que él está dispuesto a dirigir) se comprometió a enviar fondos para obras públicas sólo con el candidato a intendente de su mismo partido, Pablo Yedlin. Antes, había hecho lo propio con los candidatos a senador y gobernador, José Alerovich y Juan Manzur. Todo, en medio de un operativo donde las fuerzas de seguridad mostraron de manera alevosa que están dispuestas a la custodia de uno sólo de los bandos. Además, pertinentemente acompañado por los gobernadores peronistas de la región, que parecen no tener reparos en abandonar sus funciones para sentar su humanidad en una silla de un escenario en Tucumán, aunque no hagan nada más en la provincia.

Mauricio Macri, en tanto, apostó a reforzar los centros que el Acuerdo para el Bicentenario considera una fija para estas elecciones: la capital y Concepción (donde el candidato Roberto Sanchez pisa fuerte). En una jugada rápida, visitó a los cañeros que acampan en la plaza Independencia y que cortan las rutas del sur. "Aguanten hasta diciembre", les pidió, bajo la promesa de que las condiciones económicas cambiarán para el campo.

Mientras el FpV redujo su acto al Teatro San Martín, el sector opositor que postula a José Cano demostró a cielo abierto su poder de convocatoria con una importante caravana por el centro. Apostando a la "unidad", Macri y Cano se mostraron con Ernesto Sanz, el precandidato radical derrotado en las PASO del 9 de agosto.

A la campaña local le quedan horas. Los sondeos (los pagados por el oficialismo y la oposición) coinciden en dar ganador a Manzur, aunque la diferencia con Cano varía de acuerdo a quién los financie.

De las PASO a las provinciales

Las elecciones del domingo tendrán elementos que pueden torcer el resultado de las PASO celebradas el 9 de agosto, o profundizarlo. Las herramientas del oficialismo y la oposición van a jugar un papel determinante el domingo.

El Acuerdo para el Bicentenario tiene todas sus fichas puestas en el ingreso al juego del amayismo, con su aparato, su poder de movilización y fiscalización en la Capital. Confían en un buen resultado en San Miguel de Tucumán, Yebra Buena y -quizás- en Concepción; y esperan poder dar batalla en algunos puntos del interior.

El oficialismo, en cambio, apuesta al despliegue de la cantidad desmesurada de acoples que acompañan a Manzur y al número casi infinito de candidatos que traccionarán, en mayor o menor medida, agua para el molino oficial. Los autos para trasladar votantes ya están contratados (de a miles) y los bolsones, esos fantasmas que nadie admite pero que al final todos ven, ya están cerrados a la espera de llevar recompensas a la "lealtad" peronista. Los contratos en las comunas, municipios y demás reparticiones (gran parte de los empleados públicos no está en planta permanente) también operarán como factor disuasivo a la hora de depositar el voto. El Estado al servicio del Gobierno, máxima peronista si las har, está presto a garantizar la continuidad del FpV.

Hay vida más allá de Cano y Manzur

Mientras tanto, otros actores aguardan los resultados del domingo y redoblan sus esfuerzos a la espera de conseguir objetivos más modestos, aunque determinantes en sus carreras polítcas.

Gerónimo Vargas Aignasse comenzó el año rebozante de optimismo cuando su referente nacional, Sergio Massa, todavía pisaba fuerte en el electorado. Se jugó por José Cano y apostó todo a su candidatura a intendente. Pero finalmente Massa nunca llegó a Tucumán para apoyarlo, su propio frente se descompuso a nivel local (se le fueron los titanes Orellana de Famaillá) y José Cano nunca oficializó su apoyo. Gerónimo terminó sin candidato a gobernador y decidió, a último momento, apostar una fichita en cada uno de los cargos: intendente, legislador (en segundo término) y senador. 

Ricardo Bussi, en tanto, aspira bajar un nivel de su cargo de legislador al de edil por la capital. El riesgo es tener que abandonar la cosa pública y vivir de alguna actividad privada.

La izquierda por su parte cree que es posible que uno de sus miembros ingrese a la legislatura. La campaña de fiscales que despliega (en este caso no son rentados pero sí aportan el apasionamiento de la militancia) busca cuidar cada uno de los votos que obtenga, apostando a capitalizar los sufragios de los dos principales partidos que lo integran y que, hasta las PASO, se "sacaban los ojos": el Partido Obrero y el Partido de los Trabajadores Socialistas.


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