Conocé a Andrea, la niña que tendrá su silla de ruedas gracias a la solidaridad. Video

Hace apenas unos días, el futuro se presentaba incierto para Andrea Bustos Méndez, la adolescente de 17 años que necesitaba de una silla de ruedas que podría cambiarle la vida. Este mediodía, su sueño comenzó a cumplirse.

Vive en Lomas de Tafí y necesita una cirugía. Padece una cifoescoleosis que le desvía la columna y sólo una silla especial puede comenzar a corregirla, para aspirar a entrar al quirófano.

Pero no se trata de un asiento común: debe ser encargado y construido a medida, especialmente para su patología y su cuerpo. No parecía mayor problema, teniendo en cuenta que Andrea tiene obra social: es beneficiaria del Subsidio de Salud de Tucumán.

“Se niegan rotundamente porque es una silla muy cara. La única manera es haciendo un juicio, un recurso de amparo, que también cuesta”, detalló la mamá de Andrea

La obra social, que ampara a los trabajadores del Estado y sus hijos, se negó a afrontar el costo de la silla. La empresa que la fabrica le había hecho una oferta para construirla pero el monto resultaba inalcanzable para su familia.

Les pidieron $ 61.016 en total y le dieron tiempo hasta el martes 3 de noviembre para reunir la mitad del dinero y poder encargar su fabricación.

"Imposible", pensó por un un instante su mamá, aunque el amor por Andrea pronto la hizo ponerse de pie e iniciar una campaña solidaria.

Comenzó en Facebook y siguió en Twitter. Llegó a la portada de Periódico Móvil y, de ahí, a oídos de dirigentes de la Asociación Bancaria de Tucumán.

A menos de 24 horas de publicada la nota, el gremio se comunicó con la redacción de este medio para anunciar su intención de donar $ 30.000.

Otros aportantes reunieron $ 10.000 más y la silla de Andrea, el "trono para la reina", como fue bautizada, dejó de ser un sueño para convertirse en realidad.

"Tenemos la ayuda de la Bancaria, del señor Eduardo Bourlé. Tenemos la ayuda de dos señoras, que se llaman "señoras anónimas", que nos donaron $ 10.000. Y hay mucha gente más", contó Cecilia, emocionada.

Así, 24 horas antes de finalizado el plazo para el encargo, la familia Bustos Méndez puede sonreir aliviada: el primer paso ya está dado. La silla comenzó su proceso de construcción.

Todavía faltan $ 21.000 pesos pero hay tiempo de reunirlos: deberán ser pagados en dos meses, cuando la silla esté lista para ser retirada.

"Ojalá que esto pueda servir y que estos casos "Andreíta" dejen de existir en la provincia de Tucumán. Y eso se logra únicamente con la presencia del Estado. Este es un aporte más, nada más", dijo Bourlé.

Este mediodía, la vida de Andrea comenzó a cambiar. El lunes gris y lluvioso de noviembre se llenó de risas y de abrazos. Su casa de Lomas de Tafí fue una fiesta. Hoy, Andrea comienza un nuevo camino gracias a la ayuda de un Tucumán Solidario.