Deportistas especialmente capaces

La Liga de Fútbol Inclusiva en Tucumán alberga las historias de Jesús, Sarita, Santi, Germán y otros jóvenes que abordan sus discapacidades desde el deporte

Periodismo 17/11/2015 Mariela Alderete Mariela Alderete

Es la cuarta vez que Mirta Rodríguez sacude el hombro de su hijo Jesús, pidiéndole que se levante para ir a clases. Como todos los lunes a la mañana, el adolescente agita la cabeza y pide seguir durmiendo. “Los que no van a la escuela, no juegan al fútbol”, le advierte su mamá. En menos de diez segundos, la cama está vacía.

Las palabras mágicas nunca fallan. Mirta se ríe al contarlo y agrega que se alegra de tener una herramienta para motivar a su hijo. El retraso madurativo leve de Jesús le impidió continuar en la escuela José Ingenieros de Los Ralos, pero lo llevó a jugar en Atlético Tucumán. Hoy, con sus 14 años, Jesús integra el equipo decano que compite en la Liga de Fútbol Inclusiva de la provincia.

La Liga de Fútbol Inclusiva en Tucumán y la carrera futbolística de Jesús, comenzaron el mismo año: 2009. El 25 de mayo nació la Fundación Valores Especiales (FUVE) que organiza y coordina la liga. La fecha no es casualidad. Que coincida con el día del aniversario de la Revolución de Mayo, que provocó un giro en la historia de nuestro país, fue una decisión del presidente de la fundación. El profesor Carlos Rivero quiso que FUVE izara una bandera histórica, una que integrara los valores especiales en la sociedad tucumana. Hoy, seis años después, sentado en un pupitre del Instituto Privado de Educación Física (IPEF), donde se recibió de profesor en 1986, Rivero explica: “nos propusimos trabajar con personas con discapacidad, su familia y los profesionales del entorno”.

Para lograr estos propósitos, la fundación decidió comenzar por el fútbol, que parecía ser lo más accesible por la popularidad del deporte y la pasión que despierta. Su presidente recuerda que, al principio, chocaban con la burocracia del sistema, que era difícil trabajar su propuesta con las escuelas porque el seguro escolar no cubría a los chicos en entrenamientos o partidos los sábados, ya que sus profesores no los acompañaban fuera de su horario de trabajo. Donde sí encontraron respuesta fue en algunos clubes y centros de día. Sportivo Guzmán y Atlético fueron los primeros en abrir sus puertas. Sus comisiones directivas coincidieron con lo que Rivero les decía: “son seres humanos plenos de derechos”. Así fue que los clubes comenzaron a inscribirse para participar en el primer torneo de la Liga de Fútbol Inclusiva. Después de la presentación de su lista de personas con capacidades diferentes afiliadas al club, FUVE testeaba a los chicos para determinar en qué categoría jugarían. Esto depende del grado de habilidad que presente cada uno.

Antes del nacimiento de la liga, Gustavo “Zurdo” Rodríguez ya entrenaba algunos chicos en el complejo que Atlético tiene en Ojo de Agua. La que estuvo desde ese momento, es la actual goleadora del equipo: Sarita. Ella recuerda que eso fue hace diez años, cuando tenía 12 y el deporte comenzó a ser una parte importante de su vida. En ese momento, tuvo que empezar a cuidarse con las comidas porque hasta cuando caminaba se sentía agitada. Pero en el fondo, la salud no fue el motivo principal por el que empezó a jugar. “A mí y a toda mi familia nos gusta mucho el fútbol”,  se entusiasma cuando señala el escudo azul y oro de la campera que tiene puesta sobre la camiseta de Atlético. “Soy hincha de Boca y del Deca, más vale”, aclara por las dudas. Sarita es la única mujer del plantel y quien metió más goles. “Más que todos los varones”, se ríe y contagia la risa de sus compañeros que estaban cerca y no lo negaban. Parece despertar en todos un respeto y una admiración especial. Quizás sea, entre otras cosas,  porque además de ser la única señorita del equipo y la goleadora, Sarita también juega al básquet y, según susurran  desde atrás, lo hace muy bien. Le enseñaron a jugar en el centro de día San Genaro, una institución destinada a la rehabilitación de jóvenes y adultos con capacidades mentales diferentes. Sarita va allí de lunes a viernes  y no sólo practica deportes, sino que también realiza distintas actividades como música, cocina, radio. El año pasado (2014), el profesor Rivero la convocó a ser parte del equipo nacional argentino de básquet femenino que disputaría en aquel año las Olimpíadas Especiales en Barcelona. Sarita no solo recordará siempre el cuarto lugar obtenido, sino que además conservará en su memoria la imagen del primer mar que conoció, el Mediterráneo.

Rivero sonríe cuando recuerda esas semanas en Barcelona y a partir de ahí emprende un viaje en el tiempo con su relato. Su historia con la integración de deporte y discapacidad comenzó mucho antes de FUVE. En los 80, el flamante profesor de Educación Física, entró a trabajar en un centro de deportes municipal de la Banda del Río Salí. Allí recibían todos los días a chicos de diferentes edades con sordera, hipoacusia, discapacidades intelectuales y parálisis cerebral.

Practicaban fútbol, básquet, hockey, ciclismo y natación. El profe explica que, más allá de combatir las patologías, algunos de los objetivos eran despertar las partes adormecidas del cuerpo de los chicos y que ellos comenzaran a moverse con más independencia de sus padres. Muchos de estos deportistas fueron algunos de los que entrenó y acompañó Rivero a varios torneos y olimpiadas especiales, nacionales e internacionales. Buenos Aires fue uno de los primeros lugares de competencia pero la agenda de ruta superó las fronteras argentinas y llegó a México, Estados Unidos, Canadá y Austria. De cada país trajeron algunas medallas y un camión de anécdotas. Entre las historias favoritas del entrenador está una que ocurrió en  Austria, con el equipo argentino de hockey especial masculino. “Las chicas europeas les pedían autógrafos a los nuestros porque les gustaba su piel oscura”. Cuando cuenta esto,  la risa de Rivero  rompe con los sonidos típicos de una mañana en el Instituto Privado de Educación Física. Luego hace una larga pausa y susurra como contando un secreto que resume esos viajes: “No era solo lo emotivo, era ver que es posible”. Hoy, FUVE intenta aumentar cada vez más esa posibilidad por medio del fútbol. Según su presidente, “la idea es que el chico sea protagonista, en el mismo césped que sus ídolos”.

Actualmente, la Liga de Fútbol Inclusiva es cuna de nuevos ídolos. Santi, que con sus 9 años y su sonrisa tímida ya lleva casi dos en Atlético, admite que su ídolo es Efraín, uno de sus compañeros de equipo. El aludido lo escucha y se sorprende. "No exageres chango", le dice riéndose. Efraín le lleva casi tres cabezas a Santi pero no se agranda. A diferencia de Sarita, el jugador de 15 años es hincha de River (y del Deca, por supuesto). Pero tiene algo en común con la goleadora. A él también lo convocaron para jugar fuera de la provincia. Efraín viajó a Buenos Aires con Walter, uno de sus compañeros decanos y chicos de otros clubes tucumanos. Juntos, conformaron el plantel que representó a Tucumán en la quinta edición del Encuentro Nacional de Fútbol Inclusivo que se disputó del 14 al 19 de octubre. Los chicos no sólo participaron del torneo, sino que también regresaron a casa con el título de campeones. Además del primer lugar en su categoría, los jugadores volvieron con “el sueño del pibe” cumplido, ya que exhibieron su talento en algunos de los escenarios más importantes del país: las canchas de Lanús, San Lorenzo, Boca y River.

Uno de los que sueña con jugar en el Monumental “millonario”, es Germán Farhat. Él  tiene 18 años y vive con su familia, que siempre está pendiente de él. A veces los hace renegar, otras tantas los hace reír, muchas otras despierta su preocupación a cualquier hora del día pero, por sobre todo, los une de forma especial. Germán no sólo es único porque no hay otro caso de hemiplejia alterna de la infancia en Argentina. Él es único, además, y entre tantas cosas, por su forma de vivir esa hemiplejia. Los ataques de distonía (contracciones involuntarias de los músculos), las convulsiones, su inestabilidad al desplazarse y otras consecuencias de su enfermedad, no le impiden jugar al fútbol. Patricio, su hermano mayor, asegura: “Nunca pensamos si podía o no podía”. Germán es fanático del Deca, está en el equipo de fútbol inclusivo desde 2009 y cada vez que puede va a la cancha a ver los partidos de sus ídolos en la B Nacional. ´”Él me habla de jugar en la primera. Los chicos se quieren destacar, se evalúan. Se lo toman en serio”, explica Patricio. Igual que a su compañero Jesús, a Germán también el fútbol lo motiva a madrugar. “Se levanta todos los días a las doce, pero los sábados a las ocho ya está arriba pidiéndome que lo acompañe”, se ríe Patricio. Se detiene en algunas fotos que lo miran desde una repisa del comedor de su casa y recuerda: “La primera palabra de Germán fue gol”. Además, destaca que el técnico, Gustavo Rodríguez, siempre los hace jugar a todos.

El propio “Zurdo” (como conocen todos a Gustavo Rodríguez) coincide con Patricio: “no me importa que salgan campeones, sí que jueguen todos. La superación de los chicos es lenta pero constante”. Se toma su tiempo para prender un cigarrillo y el humo tarda en dispersarse en la calurosa noche primaveral que envuelve las mesas de un bar en 25 de mayo y Santa Fe, frente a la Plaza Urquiza. Cuenta que llegó a Atlético Tucumán (a pesar de ser hincha de San Martín) en 2008, por un médico del plantel que tuvo la inquietud de generar un espacio para discapacitados. Al principio sólo entrenaban y, un año después, cuando nació la Liga de Fútbol Inclusiva comenzaron a competir. El “Zurdo” es profesor en Educación Especial y todavía tiene pendientes algunas materias del profesorado en Educación Física. Aunque el club le paga un sueldo, asegura que él no se lo toma como un trabajo, ya que siente que los chicos son una parte de su persona y "la alegría de ellos es impagable". Advierte que en Tucumán no hay competencias oficiales para discapacitados y que FUVE tiene que seguir creciendo y organizando con más estructura la liga. Después de un silencio en el que parece buscar cómo explicar el sentido del deporte para la sociedad (no sólo para los chicos discapacitados), concluye: "El fútbol para mí es una añadidura. Lo mejor es que sirve para crear hábitos de conducta, superación, higiene, cooperación, independencia”.   

En la misma línea del técnico de Atlético, Rivero también reconoce que FUVE necesita progresar. Ahora, el objetivo es apuntar a la formación de profesionales que puedan especializarse en discapacidad y aportar para hacer más inclusiva la sociedad tucumana. Para comenzar la capacitación necesitan un espacio físico. El presidente cuenta que la idea es solicitar un terreno a la Secretaría de Educación porque, desde que nació, la sede de la fundación es su casa. Otras aspiraciones para 2016 son darles carnet a los jugadores e incorporar personas sin discapacidad a la liga. Además, el próximo torneo podría contar con la participación de algunos equipos nuevos, entre los que estaría San Martín. Hoy, aunque sepa que falta mucho camino por recorrer, el profe se muestra orgulloso de lo logrado.

Vuelve seis años en el tiempo y recuerda que antes que la fundación abra sus puertas, muchos decían que si no era una empresa la que organice la liga, el proyecto no podría concretarse. Seis años después, los chicos demuestran lo contrario. Demuestran que es posible cada fin de semana, cuando entrenan en su club. Demuestran que es posible cada vez que hay fecha, cuando todos los equipos van a jugar al club que le toca ser sede ese sábado. Demuestran que es posible en las tribunas, donde sus familias desbordan de orgullo alentándolos. Demuestran que es posible en los veinte minutos que dura cada partido, donde los únicos límites son los de cal que dibujan la cancha.


Por Lourdes María Arbeloa

Estudiante de la carrera de

Comunicación Social - UNSTA




Periódico Móvil, en coordinación con la Universidad
del Norte Santo Tomás de Aquino, publica este artículo
que forma parte de una serie de trabajos prácticos
del tercer año de la carrera de Comunicación Social,
bajo la dirección del profesor Fernando García.





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