





El 24 de marzo de 2025 se conmemoraron 49 años del golpe militar en Argentina, un acontecimiento que marcó el inicio de una dictadura genocida que dejó una profunda huella en la historia del país. Este aniversario se recuerda especialmente en Tucumán, donde se centra la atención en el Pozo de Vargas, un lugar emblemático de la represión. En este sitio, las excavaciones realizadas han permitido descubrir restos de personas desaparecidas durante esos años oscuros, lo que refuerza la memoria histórica y el reclamo de justicia. La presencia de estos restos en el pozo pone de manifiesto la magnitud de la violencia ejercida por los represores y la necesidad de seguir luchando por la verdad.
Las excavaciones en el Pozo de Vargas no solo tienen un valor simbólico, sino que representan una parte fundamental de la lucha por la memoria en Argentina. Este sitio fue un centro clandestino de detención y tortura donde, durante la dictadura, miles de personas fueron asesinadas y sus cuerpos ocultados. Los restos descubiertos en el lugar reflejan la brutalidad de las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por los represores, que buscaban borrar cualquier evidencia de sus crímenes. Hoy, el Pozo de Vargas se erige como un sitio de memoria, donde se busca visibilizar la violencia sufrida por las víctimas y fortalecer la memoria histórica como forma de justicia.
El testimonio de la hija del capitán Viola
En el marco de la conmemoración del golpe, Informativo Tucumán presentó a la hija del capitán Viola, quien relató el ataque que sufrió su familia. Este testimonio dejó en claro que la violencia no solo provino del aparato represivo del Estado, sino también de los grupos insurgentes que, en su lucha contra el régimen, sembraron dolor y sufrimiento en muchas familias. La hija del capitán Viola enfatizó que, aunque la dictadura militar fue responsable de miles de desapariciones, su familia vivió directamente el horror del terrorismo de los grupos guerrilleros.
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