

Con una amplia mayoría, la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto que establece un aumento del 7,2% para todas las jubilaciones y pensiones, con excepción de los regímenes especiales, y una suba del bono previsional, que pasará de $70.000 a $110.000 y se ajustará luego por inflación. La medida fue aprobada por 142 votos afirmativos, frente a 67 negativos y 19 abstenciones.
El respaldo provino de bloques opositores tanto duros como dialoguistas, entre ellos Unión por la Patria, el Frente de Izquierda, la Coalición Cívica, Encuentro Federal, Democracia para Siempre e Independencia. En cambio, votaron en contra La Libertad Avanza, el PRO y varios bloques provinciales. La UCR optó por la abstención.
La iniciativa unificó distintas propuestas que venían siendo debatidas en el Congreso y generó una inmediata reacción del Gobierno nacional. Desde el oficialismo ya se advirtió que, de avanzar el proyecto en el Senado, el presidente Javier Milei vetará cualquier norma que comprometa el equilibrio fiscal.
Durante el debate, el oficialismo difundió estimaciones sobre el impacto presupuestario de las medidas, aunque varios de esos cálculos fueron cuestionados por la oposición. Para respaldar la sostenibilidad de la iniciativa, los bloques impulsores propusieron compensaciones, como la eliminación de exenciones tributarias —entre ellas, el IVA a directores de empresas y el impuesto a las ganancias para las sociedades de garantía recíproca—, así como el redireccionamiento de partidas asignadas por decreto a la ex SIDE y la nacionalización de fondos recaudados por entes vinculados a registros automotores.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el aumento del bono a $110.000 tendría un costo fiscal cercano al 0,26% del PBI. Este monto surge como una solución intermedia entre dos dictámenes previos que contemplaban cifras de $105.000 (0,23% del PBI) y $115.000 (0,30%).
En cuanto al aumento del 7,2% en haberes, el Ministerio de Economía estimó que su impacto sería de 0,20% del PBI en 2025 y de 0,42% en 2026, lo que sumaría un total de 0,7% del producto en los próximos dos años.
El debate ahora se traslada al Senado, donde el oficialismo intentará frenar la avanzada opositora en defensa de su meta central: el superávit fiscal.





