Alderetes: un niño de 3 años fue hallado sin vida a 500 metros de su casa

En pleno feriado por el Día de la Independencia, una tragedia sacudió a la ciudad de Alderetes, al este de Tucumán. Rodrigo Isan Suárez, de apenas tres años, fue encontrado sin vida en un canal a unos 500 metros de la casa en la que vivía junto a sus abuelos y tíos. La noticia, confirmada por el Ministerio Público Fiscal, opacó el clima festivo de la jornada y dejó una profunda conmoción en la comunidad.

Todo comenzó poco antes del mediodía, cuando los adultos de la familia se encontraban preparando la comida. Según las primeras versiones, el niño se habría dirigido hacia el corral de caballos, ubicado detrás de la vivienda, y atravesó un portón que lo separaba de un canal. El cauce, con escasa protección, solo delimitado por alambres y matorrales, podría haber sido el escenario del accidente fatal.

Minutos después, al notar su ausencia, familiares y vecinos comenzaron una desesperada búsqueda por los alrededores. El alerta se extendió rápidamente a la comisaría de Alderetes, y cerca de las 17:20 se notificó a la Unidad Fiscal de Homicidios de Feria, que dirige María del Carmen Reuter, sobre el hallazgo del cuerpo sin vida en la zona del cementerio municipal El Cochuchal.

Al lugar se trasladaron también integrantes del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), junto al auxiliar fiscal Miguel Fernández y la investigadora Paula Orellana. De acuerdo al informe preliminar del médico forense, el cuerpo no presentaba signos de violencia, aunque se aguardarán los resultados de la autopsia, que se realizará este miércoles, para conocer la causa precisa del deceso.
 
En paralelo, personal de Criminalística realiza nuevas pericias en el canal este jueves, en busca de indicios que ayuden a reconstruir lo ocurrido. Por el momento, la causa fue caratulada como “muerte dudosa”, a la espera de elementos que permitan confirmar o descartar un accidente.

Rodrigo vivía en una casa humilde, acompañado de sus abuelos maternos y algunos tíos. El silencio de su ausencia se convirtió en dolor colectivo al conocerse el desenlace. Mientras avanza la investigación, la comunidad de Alderetes llora a un niño cuya historia, lamentablemente, terminó demasiado pronto.