
Condenan al ex rector de la UNT por fraude con fondos de YMAD: inhabilitación perpetua y millonaria restitución
Policiales27/08/2025

La Justicia Federal dictó una sentencia histórica en una de las causas de corrupción más resonantes vinculadas a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). El ex rector Juan Alberto Cerisola fue condenado a tres años y seis meses de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por irregularidades en el manejo de fondos provenientes de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD).
El fallo fue emitido por el Tribunal Oral Federal, integrado por los jueces Jorge Alejandro Basbús, Ana Carina Farías y Enrique Lilljedahl, quienes también impusieron penas a otros exfuncionarios: Olga Cudmani recibió tres años y dos meses de prisión e inhabilitación perpetua, mientras que Osvaldo Venturino fue sentenciado a dos años en suspenso y una inhabilitación especial. En cambio, el ex diputado nacional Luis Sacca fue absuelto por el beneficio de la duda.
Aunque las penas de prisión no se harán efectivas de inmediato, ya que la sentencia aún no está firme, el tribunal ordenó que Cerisola y Cudmani restituyan más de $39 millones actualizados a la UNT. Venturino y Cudmani, además, deberán devolver más de $700.000.
El origen del caso
La causa judicial se remonta a 2010, a partir de una denuncia presentada por el arquitecto Ramón Eudal (fallecido) y el abogado Óscar López. La acusación apuntaba a desvíos de fondos que, por ley, debían destinarse exclusivamente a la construcción de la Ciudad Universitaria en San Javier. Sin embargo, en diciembre de 2007, durante la gestión de Cerisola, se firmó un acuerdo que modificó el esquema de distribución de los recursos: se redujo del 40% al 20% el aporte que YMAD debía girar para ese proyecto, habilitando el uso del remanente para otras obras.
En enero de 2008, esa reestructuración fue oficializada, y se puso en marcha un sistema especial de contrataciones que, según la Fiscalía, eludió los procedimientos exigidos por la Ley de Obras Públicas. Lejos de completar la Ciudad Universitaria, los fondos se destinaron a intervenciones en diversas sedes de la universidad, entre ellas la Facultad de Derecho, en calle 25 de Mayo al 400.
Durante el juicio oral, la acusación sostuvo que bajo la gestión de Cerisola se implementó un esquema discrecional y fraudulento para ejecutar al menos trece obras, a través de resoluciones que modificaron la estructura orgánica interna y crearon un régimen paralelo de administración de recursos.
Las defensas, por su parte, argumentaron que las decisiones tomadas contaban con respaldo legal, dictámenes jurídicos y estaban amparadas por la autonomía universitaria. Sin embargo, los jueces encontraron elementos suficientes para condenar al ex rector por incumplimiento de deberes de funcionario público y como coautor del delito de fraude a la Administración Pública.
Aunque la Fiscalía había solicitado la inmediata detención de Cerisola, el tribunal dispuso que continúe en libertad mientras el fallo atraviesa las instancias de apelación. Las defensas ya anunciaron que recurrirán la sentencia, por lo que el caso seguirá en revisión por los tribunales superiores.







