Uno de los policías acusados por el crimen de Ismael Lucena apuntó contra su propio compañero

Uno de los acusados por el crimen de Ismael Lucena apuntó contra su propio compañero policía en la primera audiencia del juicio que buscará determinar quién fue el autor de la golpiza que ocasionó la muerte al joven vendedor de flores el 10 de noviembre de 2011. 

Los imputados como coautores del homicidio son los ex policías Arturo Monserrat y Mondino Becero. Ambos estaban fuera de servicio la noche en que se cruzaron con Lucena y su amigo Marcelo López, los persiguieron y los redujeron en la galería de una casa de barrio Gráfico II, en Las Talitas. Horas más tarde, Lucena murió producto de los golpes recibidos. López sobrevivió y declarará en el juicio, probablemente mañana. 

Ambos imputados declararon haber recibido mensajes de vecinos asegurando que habían personas sospechosas en el barrio esa noche. Coincidieron en señalar que, al ver a López y Lucena, comenzaron a perseguirlos porque sospecharon de ellos. Ambos dijeron que Monserrat se identificó como policía y dio la voz de "alto", haciendo un disparo. 

A la hora de declarar como imputado, Becero se declaró inocente. Dijo que su compañero Monserrat gritó "¡Alto, policía!" a unos 20 o 30 metros de las víctimas y que cuando alcanzó a los jóvenes no los golpeó. Indicó que redujo a López y que a Lucena sólo le dio un empujón con la mano izquierda en el pecho. Por otra parte, reconoció haber visto sangre en el suelo, en el lugar donde estaba Lucena, pero remarcó que él se ocupó de reducir a López. 

Sin embargo, la versión que dio el otro imputado, Monserrat, apuntó directamente contra su compañero. Monserrat no pudo asegurar que las víctimas hayan escuchado que él se identificó como policía porque estaban a "80 o 100 metros". Dijo que comenzó a correr detrás de los jóvenes no para alcanzarlos a ellos, sino porque "yo lo conozco a Mondino, lo que es y lo que iba a hacer", señaló.

Consultado sobre esa expresión, detalló su compañero de la fuerza ya tenía antecedentes de apremios (dijo que está acusado en siete causas) y que todos en la fuerza conocían que era "torpe". "Si los atrapaba (a Lucena y López) les iba a pegar", expresó. 

Monserrat dijo que, cuando llegó a la casa donde ocurrió la golpiza, los dos jóvenes ya habían sido reducidos y que uno de ellos (Lucena) estaba sangrando. Él también dijo no haberlos golpeado. Aseguró que, como ya estaban inmovilizados, pidió refuerzos y vio cuando se llevaban a los dos muchachos: a López lo subieron a una Eco Sport en la que llegaron dos policías y a Lucena se lo llevaron hasta la esquina. 

Está previsto que las audiencias se prolonguen hasta el miércoles o jueves. No sólo se juzga el crimen de Lucena sino también las lesiones producidas a López, quien declarará como testigo. Además de los dos imputados por el crimen, otros tres policías están acusados de encubrimiento agravado y adulteración de documentos públicos. 

El tribunal presidido por Alicia Freidenberg e integrado además por Dante Ibáñez y Néstor Rafael Maccorito escucharán también la palabra de cerca de 40 testigos.