Cómo fue la reconstrucción de la muerte del Padre Viroche

“El padre Juan se tiró para atrás, como pidiendo perdón” dijo un sacerdote presente en la reconstrucción de la muerte de Viroche quien interpretó cómo fue la tragedia, y que por ahora se considera suicidio.

Sociedad 08/10/2016 Mariela Alderete Mariela Alderete
Foto Tomada de La Gaceta
Foto Tomada de La Gaceta

La reconstrucción de la muerte del padre Viroche comenzó cerca de las 20:30 horas, el fiscal Diego López Ávila llegó a la capilla acompañado de una comitiva de 20 personas entre los que se encontraban policías, personal de criminalística, el Jefe de la Ex Brigada de Investigaciones y el comisario Luis Bacas. Ingresaron al edificio por la entrada del garage. También acompañaron el procedimiento la hermana y una sobrina del sacerdote escoltadas por su abogado, José del Rio.


Según dijo el diario La Gaceta, la pericia estaba acordada para las 19 pero se demoró porque no habían logrado conseguir más temprano un muñeco que tuviera el peso y la altura del padre Viroche para realizar la reconstrucción. Finalmente no sólo consiguieron uno, sino que simularon la escena con dos muñecos. Pasada la medianoche recién salieron de la capilla habiendo concluido las pericias.

Las conclusiones

Conforme relató el portal de noticias La Gaceta, una fuente explicó que “se pudo comprobar que hipotéticamente sería un suicidio. Por lo que pudimos ver en esta medida, el padre se habría tirado de espaldas. Un cura que participaba de la pericia nos ayudó a entender que fue una forma simbólica de pedir perdón el no haber visto al altar”. Esto afirma la hipótesis del suicidio, que desde un principio sostuvo López Ávila y su equipo quienes habían señalado que todos los indicios apuntaban hacia esa conclusión.

También gracias a la reconstrucción se pudo saber por cuál de todos los ingresos entró Viroche al salón, cómo subió y cómo su cuerpo se balanceó una vez que dio el paso mortal. Este dato se comprobó, no por morbosidad, sino para saber si el cuerpo había podido mover los bancos que aparecieron tirados y que muchos interpretaron como una señal de agresión. El primer muñeco se rompió por el peso. El segundo, movió los asientos con su movimiento pendular.

Además los muñecos, aportaron claridad con respecto de la lesión que el hombre sufrió en la zona de su cuello. Lo que resultó fundamental para explicar la sangre que se vio en el piso de la capilla, la cual habría sido expulsada por la boca y que no se trataba de otro tipo de herida.


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