Llevarse bien con uno mismo
POR BERNARDO STAMATEAS
¿Dónde se origina nuestra seguridad interior? Esta nace de la falta de una estima sana, es decir, una visión positiva de uno mismo. Para alcanzar todas nuestras metas, necesitamos desarrollar una estima de piedra. Para ello, debemos comenzar por refutar todas las creencias equivocadas que cargamos desde siempre y alejarnos definitivamente del autoboicot.
Esto se logra cuando nos convencemos de que nada ni nadie tiene el poder de alterar la paz de nuestro yo interior y la confianza en nosotros mismos. ¿Confiás en vos mismo, en vos misma? Los expertos coinciden en que la base del éxito en la vida tiene un mínimo porcentaje de capacidad intelectual y un elevado porcentaje de capacidad emocional. Es decir, de cuán inteligentes somos a la hora de gestionar lo que sentimos.
Una persona emocionalmente inteligente, antes de reaccionar, bucea en su interior para descubrir por qué siente lo que siente. Por ejemplo, alguien que tiene celos, antes de reprocharle algo a su pareja, se detendrá a pensar: “¿Por qué siento celos? ¿Será por mi inseguridad? ¿O será por temor a repetir la historia de infidelidad de mis padres?”.
Este tipo de inteligencia nos permite investigar, cual si fuéramos detectives, en nuestro interior antes de buscar responsabilidad en los demás y generar una discusión interminable. Mirar hacia adentro nos revela que somos nosotros mismos quienes nos creamos muros emocionales que nos alejan de nuestra mejor versión como seres humanos. Como dice la frase popular: “No sos vos, soy yo”. Este es el primer paso para un verdadero cambio interior que perdure en el tiempo.
Entonces, ¿es posible llevarse bien con uno mismo? ¡Claro que sí! Y esa es la clave para llevarse bien con otros. Pero para llevarme bien conmigo, tengo que verme bien, lo cual está relacionado con “mi” perspectiva de la vida. ¿Desde dónde observo: desde la seguridad o desde la inseguridad? ¿En qué espejo me estoy mirando? Solo cuando sabemos quiénes somos y para qué estamos aquí, podemos trabajar para fortalecer nuestra autoconfianza.
Comparto a continuación algunas ideas prácticas para para vernos y sentirnos bien:
1. Desechar toda imagen negativa de uno mismo, todo rótulo que nos hayan colocado, y enfocarnos en nuestras fortalezas.
2. Conocer y confiar en nuestro potencial interior que es ilimitado. Todos contamos con talentos y habilidades para administrar y superar las circunstancias difíciles.
3. Validarnos a nosotros mismos (aun cuando otros no lo hayan hecho antes), con palabras que nos eleven y nos motiven a diario.
4. Enfocarnos en lo positivo y quitar la mirada de lo negativo que solo nos roba las fuerzas.
5. Construir una estima inquebrantable. Esto significa que la primera persona que debe amarme, respetarme y cuidarme… ¡soy yo mismo!
Cuando invertimos en nosotros mismos de forma equilibrada, no solo nuestro interior comienza a cambiar sino que además, como resultado, todo nuestro exterior mejora y somos capaces de disfrutar de la vida en plenitud.