La capital, a prueba de no convertirse en la ciudad de la furia (Por Pepa Alabarce)
Se bloqueó el tránsito en varios puntos del macrocentro por la repavimentación de 129 cuadras. En días llegarán más de 50 mil visitantes por el Congreso Ecuarístico Nacional y el Bicentenario, en su última cuenta regresiva.
Con la llegada de más de 50.000 visitantes por el Congreso Eucarístico Nacional, el apuro por los preparativos a menos de un mes del Bicentenario de la Independencia y el bloqueo en el tránsito del micro y macrocentro por la repavimentación de 129 cuadras, el caos y la tensión prometen reinar en la capital tucumana.
Mientras la ciudad se prepara para recibir a miles de pelegrinos para el Congreso Eucarístico Nacional, que se desarrollará los días 16, 17, 18 y 19 de junio próximos, se bloqueó el tránsito en varios puntos del macrocentro por la repavimentación de 129 cuadras dentro del radio que comprende las cuatro principales avenidas de la capital. A estas se suman otras 22 cuadras para asfaltar, ubicadas fuera del área central, según lo anunciado por la propia municipalidad capitalina.
En tanto, el reloj del Bicentenario comenzó su última cuenta regresiva, a menos de un mes de la celebración de los 200 años de la Declaración de la Independencia, el 9 de julio próximo. El Monumento del Bicentenario, ubicado en avenida Mate de Luna y Asunción, aún no fue terminado y por estos días no se ven mayores arreglos ni otras obras significativas para la histórica fecha patriótica.
Frente a este escenario, no habría pausa. Por la fiesta patria, para julio también se espera un aluvión de turistas –por estos días trascendió que ya estarían cubiertos los hospedajes de la ciudad- y con ello se agravarían los inconvenientes que tiene el centro para la circulación de autos y peatones.
Lo cierto es que desde la próxima semana la capital estará a prueba de no convertirse en la ciudad de la furia.
Pepa Alabarce