“Espero que tenga suerte en el buen manejo de los asuntos de su país, espero que tenga suerte en el buen manejo de una nueva política de paz en el mundo y espero, sin lugar a dudas, que no asuma como suya la herencia cruel de los supremacistas sobre Venezuela, y rectifique las políticas sobre Venezuela”, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dirigiéndose al presidente estadounidense Joe Biden.
En ese sentido, el mandatario le pidió a la Comisión de Política Exterior y la Directiva de la nueva Asamblea Nacional, como único órgano legislativo del país, que “estudie y tome iniciativas legislativas y políticas en función de un nuevo comienzo en las relaciones entre los EE.UU. y Venezuela”. Y agregó: “Se va Trump, pero el imperio queda”.
Por el contrario, el actual jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró un día antes de la asunción de Biden que coincide con la búsqueda de “aumentar la presión sobre el régimen liderado por un brutal dictador, Maduro, así como de tratar de trabajar con algunos de nuestros aliados y socios”.
“¿Es su visión que nuestra postura hacia Venezuela debe cambiar en esencia, que ya no debemos reconocer a Juan Guaidó y entrar en negociaciones con Maduro?”, le preguntó un senador al diplomático. “No, no lo es”, contestó Blinken.
A pesar de las acusaciones de autoritarismo sobre los gobiernos en Venezuela por parte de las autoridades estadounidenses, en lo que va del siglo el chavismo ganó 23 de las 25 elecciones que se dieron en el país.
“Yo llamo a que el nuevo gobierno de Estados Unidos a que supere la demonización que han hecho de la Revolución Bolivariana, del comandante -Hugo- Chávez, de Nicolás Maduro y pase la página a tanta mentira, tanta manipulación, a tanto odio, después de 4 años de crueldad Trumpista contra Venezuela”, sentenció el mandatario de la República Bolivariana.