Mató a su hermano, huyó, lo atraparon y declaró que nunca atentaría contra él

En una audiencia repleta de elementos inusuales, Carlos Ariel Pérez, acusado del homicidio de su hermano Alexander Ezequiel Pérez, ha sido enviado a prisión preventiva por 45 días.

Aunque la viuda de la víctima, María Isabel Rojas, inicialmente presentó un testimonio que perjudicó al acusado, su declaración más reciente parece respaldar la versión de los hechos de la defensa.

No obstante, dadas las pruebas que contradicen esta afirmación, el juez Lucas Taboada decidió seguir el dictamen del ministerio Público Fiscal y pidió la detención preventiva de Carlos Pérez.

El proceso judicial, que tuvo lugar la semana pasada, inició de manera insólita cuando, debido a un problema de salud, el abogado de Rojas no se presentó, y se le preguntó si deseaba continuar la audiencia sin asistencia legal o si prefería ser asistida por un defensor público. Rojas decidió continuar la audiencia sin representación legal, esperando que su abogado se recuperara.

 Presentando el caso por parte de la Fiscalía de Homicidios, Guillermo Di Lella narró los sucesos del fatídico 8 de mayo.

 Según su relato, Carlos Ariel irrumpió en la casa de Alexander Ezequiel, en Pasaje Padilla 1.200, Manantial Sur, portando un arma. Según los testimonios de Rojas y una de las hijas de la víctima, Carlos exigió a su hermano que abandonara el barrio alegando que él "mandaba". Tras una breve discusión, se escucharon disparos y el grito de Alexander alegando que su hermano le había disparado.
 
Aunque Carlos insistió en que no había hecho nada, huyó del lugar y se escondió en La Florida. Tras dos meses de búsqueda, la policía lo detuvo el 8 de julio. La víctima fue llevada al hospital Padilla, pero no sobrevivió a las heridas abdominales causadas por uno de los disparos.

Carlos Ariel Pérez, en una emotiva declaración, rechazó la acusación y afirmó que nunca atentaría contra su hermano. Sostuvo que ese día, bajo los efectos del alcohol, fue a confrontar a alguien que estaba vendiendo drogas a los niños de la zona y que los disparos fueron al suelo durante un altercado. Reconoció que había tenido problemas con la justicia en el pasado, pero aseguró que nunca había tenido conflictos con su hermano.

 Su defensor, Manuel Pedernera, se mostró escéptico acerca de los testimonios de Rojas y su hija, sosteniendo que ellos nunca afirmaron que Carlos Ariel disparó directamente a su hermano. Además, argumentó que los testigos sugieren que la bala rebotó antes de impactar a la víctima, lo que implica que la intención de matar puede no haber estado presente.

En respuesta a estos argumentos, Di Lella subrayó que Rojas había descrito cómo intentó evitar que Carlos Ariel entrara a la casa, y resaltó la huida del acusado después del incidente. Asimismo, pidió prisión preventiva para el acusado durante cinco meses.

En un giro inesperado, Rojas ofreció un testimonio que favoreció a Carlos Ariel, alegando que no llegó con la intención de asesinar a su esposo sino de confrontar a una mujer que estaba vendiendo drogas en la zona. Describió cómo la tragedia ocurrió cuando su marido salió a calmar a su hermano en medio de la confrontación.
 
El juez Taboada, tras escuchar a todas las partes, describió el caso como complejo. Aunque el testimonio de Rojas apoyaba la defensa, se decidió por la evidencia objetiva y el comportamiento de Carlos Ariel después del incidente, que incluyó la huida y la falta de asistencia a su hermano herido.

Por lo tanto, se dictó la prisión preventiva por 45 días. El juez también hizo hincapié en la preocupación por la revelación de que Carlos Ariel estaba armado y bajo los efectos del alcohol en presencia de niños./LosPrimeros.