Ser acosado
El acoso es una acción altamente tóxica porque consiste en un bombardeo a nivel psicológico y emocional que se produce de modo constante, con el objetivo deliberado de destruir al otro.
¿Qué es ser acosado?
A lo largo de nuestra vida, todos nos relacionamos con personas que hacen un aporte positivo en nosotros pero también con personas que nos pueden hacer mucho daño. Es muy común por estos días escuchar de gente que sufre distintos tipos de acoso en el ámbito en el que se mueven.
El acoso que tiene lugar en el trabajo se denomina mobbing; mientras que en la escuela se lo conoce como bullying. El acoso es una acción altamente tóxica porque consiste en un bombardeo a nivel psicológico y emocional que se produce de modo constante, con el objetivo deliberado de destruir al otro. Para lograr su objetivo, el acosador hace uso de diferentes técnicas. Estas son dos de ellas:
• El maltrato verbal
Este incluye amenazas, calumnia e injurias que atacan la reputación, aislamiento, presiones y ataques a las creencias, ya sea religiosas o políticas, o a las convicciones personales. El acosador se acerca primero con palabras agradables, en un intento por seducir a la persona, pero muy despacio irá introduciendo la descalificación. El acoso actúa adormeciendo a quien lo recibe, al punto de que no sea consciente de lo que le está ocurriendo por mucho tiempo.
• El acoso moral
Este incluye gritos y/o insultos, a solas o en público. También el hecho de asignarle a la persona tareas imposibles de realizar y el juzgamiento severo de todo lo que haga o diga.
La mayoría de las víctimas de acoso se ven a sí mismas como frágiles e indefensas, por lo que muchas veces ni siquiera intentan defenderse. Dicha actitud les provoca una sensación de falta de control sobre sí mismas. En estos casos, es fundamental desarrollar recursos propios y fortalecer áreas de la personalidad que permitan recuperar el sentido de competencia y autonomía.
¿Cómo actúa el acosador?
Después de los halagos, empezará a hostigar abiertamente a su víctima por medio de críticas, descalificaciones y maltrato, es decir que buscará humillarla. También puede armar un grupo de personas encargadas de hacer el “trabajo sucio” de destruir al otro. Como mencionamos, aquel que es acosado suele no darse cuenta de lo que le están haciendo y se pregunta: “¿Qué estoy haciendo mal?”. Casi siempre se culpa y se censura a sí mismo, permitiendo que el abusador siga realizando su tarea de aislarlo y destruir su estima.
El acosador se enfoca en lo negativo. Jamás señala algo positivo. Por ejemplo, un hombre puede decirle a su pareja: “Sos un desastre como madre”. También podría recurrir a la indiferencia, sin que le importe en absoluto lo que la persona siente, lo cual sabe que la afectará grandemente.
El acosador muestra estados de ánimo cambiantes, con el fin de desorientar a su víctima que no tiene idea de cómo va a reaccionar y vive en un estado de permanente inquietud.
Para evitar que los acosadores logren su cometido, los padres necesitamos enseñarles a nuestros hijos, ya desde chicos, a construir una estima fuerte, que sea a prueba de ataques externos y capaz de establecer límites claros al otro, se trate de quien se trate.
Para Periódico Móvil
Bernardo Stamateas en
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