LA COLUMNA DE BERNARDO STAMATEAS
Si yo no manejo bien el enojo, esa fuerza interna, lo puedo transformar en violencia que es una conducta.
El accionar del triangulador consiste en armar una “coalición” de dos, o varios, en contra de uno. Dos personas que se detestan, aunque parezca increíble, pueden unirse en contra de una tercera para hacerle daño o ejecutar una venganza.
Cuando alguien, sea por la razón que sea, nos ataca con gritos e insultos, la peor actitud es reaccionar a esa emoción desbordada de la misma manera.
Los seres humanos fuimos creados con un propósito y deberíamos dedicar nuestra vida a descubrirlo y cumplirlo, sin distraernos mirando a los demás.
El acoso es una acción altamente tóxica porque consiste en un bombardeo a nivel psicológico y emocional que se produce de modo constante, con el objetivo deliberado de destruir al otro.
Todos podemos tener algún grado de paranoia en nuestro comportamiento, en mayor o menor medida. Mientras que el trastorno es una psicosis que incluye diversos tipos de delirios
Ante una enfermedad, muchas veces nos asustamos y nos desesperamos. Es lógico, pero es cuando más deberíamos practicar construir hacia adelante y disfrutar del regalo de la vida.
Podemos enojarnos con todo el mundo, ponernos a llorar y preguntar: “¿Por qué me pasa esto a mí?”; o podemos caminar sobre las piedras y llegar a nuestra meta.
Solo quien es humilde es capaz de decir: “Quiero aprender, mejorar y crecer”. Pero en este punto necesitamos definir qué entendemos por humildad, ya que su concepto ha sido distorsionado.
El maltratador encubierto no suele ofrecer resistencia abiertamente. Entonces, cuando le piden hacer algo, contesta que sí pero interiormente contesta que no.