Me atasqué en el pasado

Tenemos que encontrar un equilibrio. ¿De qué manera? Planificando el mañana y poniendo en práctica lo aprendido a través de las experiencias vividas.

Columnas y Opinión20/06/2016Mariela AldereteMariela Alderete

Mucha gente se queda atascada en el pasado. Estar atascado significa que la energía emocional queda dando vueltas alrededor de una situación, un recuerdo, una persona, un hábito o un objeto. A veces los acontecimientos del pasado tienen una mente propia y los recuerdos siguen apareciendo y nos impiden avanzar y disfrutar lo que está sucediendo en este momento.

Quedamos atascados en el pasado, cuando nos concentramos en el dolor, actitud que hace que descuidemos el presente y no le demos importancia al futuro. Por eso, tenemos que encontrar un equilibrio. ¿De qué manera? Planificando el mañana y poniendo en práctica lo aprendido a través de las experiencias vividas.

¿Cómo saber si estamos atascados con alguna persona o situación del pasado?

-Cuando recordamos permanentemente esa situación o a esa persona. Los pensamientos dan vuelta en nuestra cabeza y volvemos a pensar una y otra vez en lo que ocurrió. Muchas veces se trata de pensamientos invasivos, es decir que no tenemos control sobre ellos, simplemente aparecen.

-Cuando sentimos emociones intensas al recordar a una persona o una situación, eso significa que probablemente la cuestión todavía no esté resuelta.

-Cuando hablamos internamente. A veces dialogamos con nosotros mismos y “ensayamos” respuestas, cómo decir algo en el futuro o cómo tendríamos que haberlo dicho.

-Cuando nos preocupamos más por las personas que ellas mismas. En este caso, nos esforzamos más por resolver un problema que la persona que lo tiene.

-Cuando empatizamos demasiado con el otro. Hay personas que son muy sensibles y están todo el tiempo chequeando qué siente el otro.

Quedar atrapados en una situación pasada nos vuelve desconfiados y nos hace estar a la defensiva frente a una determinada circunstancia del presente. Entonces, debemos mirar dentro de nosotros para identificar por qué motivo eso nos afecta.

Algunas personas quedan atascadas en el pasado porque le tienen miedo al presente y al futuro. La ansiedad de lo que vendrá es mucho más grande que el dolor del ayer, y de alguna manera permanecen entre los dos males, creyendo que es mejor “lo malo conocido, que lo bueno por conocer”.

¿Cómo superar las heridas del pasado?

La única forma de cambiar nuestra vida y seguir adelante es haciendo espacio para ello. Por eso, si tu corazón está lleno de dolor y rencor, no habrá lugar para la felicidad. Tomá la decisión de soltar lo que ya pasó. Las cosas no desaparecen por sí solas, es necesario decidir dejarlas ir y dicha actitud nos permite dar vuelta la página.

Expresar el dolor que nos hicieron sentir es sanador. Podemos hablarlo con un amigo, escribirlo en un diario o en una carta, aunque nunca la enviemos. Lo importante es liberar ese sentimiento y dejar de ser víctimas.

Centrate en el presente, en el aquí y ahora. Hoy es el momento de dejar ir el pasado para no revivirlo más. Proponete hacer de cada día el mejor día de tu vida. Es tu elección perpetuar el dolor o avanzar hacia una vida mejor.

Por Bernardo Stamateas
Para Periódico Móvil

Bernardo Stamateas en
Facebook   -   Twitter   -   Web Oficial

Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a [email protected]


Te puede interesar
Lo más visto