¿Por qué todo me sale mal?

Hay gente a la que pareciera que todo le sale mal y ni siquiera sueñan con el éxito. Éxito, una palabra que se ha puesto muy de moda en estos días, es la habilidad de estar en el lugar apropiado, a la hora apropiada. A las personas que consideramos exitosas pareciera que todo les sale bien.

Durante diez años un psicólogo estudió a la gente exitosa y a los comúnmente llamados “perdedores”. En el curso de dicha investigación descubrió que el éxito en sí mismo no existe, que hay gente con determinadas características que hace que estén en el lugar y a la hora correctos para que les ocurra algo bueno.

Después de trabajar con unas cuatro mil personas, durante diez años, llegó a la conclusión de que a los exitosos les va bien en todo; mientras que a los perdedores les va mal en los proyectos que llevan a cabo.

¿Cómo hacer para que nos vaya bien en la vida?

• Saber que en las relaciones con los demás está nuestro éxito

Cuantas más relaciones tengas, más afortunado serás; cuanto más estrecho sea tu mundo, menos posibilidades tendrás de alcanzar el éxito. Aprendé a cuidar tus relaciones interpersonales como algo muy valioso, a tratar bien a los demás. Recordá que no es tan importante lo que decís, sino cómo lo decís.

Hay personas que hacen las cosas bien pero pelean con quienes se les cruzan por el camino. Les encomiendan una tarea y la cumplen eficazmente pero su carácter no los ayuda, no tienen empatía. Aquellos que parecen tener un imán para atraer todo lo bueno ven las oportunidades que hay a su alrededor, y sus expectativas repercuten en su comportamiento.

• Hablar y ver lo bueno

Siempre hablá bien de vos mismo, poné palabras grandes en tu boca: maravilloso, excelente, abundante. Mirá el lado bueno de todo lo que te sucede, pensá para bien y decite a vos mismo que las cosas podrían haber sido peor. Esto no significa ser conformista, sino considerarse afortunado de lograr lo que uno logró. Lo negativo no tiene control sobre nuestra vida, pero necesitamos poner por delante lo positivo que está en nuestro corazón.

• Hacer lo difícil primero y lo fácil después

Siempre deberíamos comenzar por lo difícil. Por lo general, primero hacemos lo fácil y después nuestra vida se torna más difícil. Por ejemplo, lo difícil es estudiar pero lo fácil es tener el título; lo fácil es sentarse a ver televisión pero después uno se da cuenta de que las horas pasaron y no produjo para su vida. Lo fácil trae lo difícil; y lo difícil trae lo fácil. Comenzá tu día planificando, invertí tiempo en tu familia, en tus ocupaciones, en tu salud y verás lo afortunado que serás. Seamos agradecidos por todo aquello que logramos.

Estás diseñado para lograr todo lo que te propongas, para que te vaya bien en la vida. No pongas más excusas, caminá firme y con paz, teniendo por seguro que estás yendo camino a alcanzar todo lo que te propongas.

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