Estar sano por dentro

¿Por qué nos duele tanto el rechazo? Porque el mensaje que nos entrega es: “Hay algo malo en vos, por eso no te aman”. Cuando alguien critica a una persona, si esta carga con el rechazo de papá o de mamá, le va a doler cien veces más; pero no es la crítica en sí misma, sino el hecho de que esa actitud está trayendo a luz una herida no sanada.

En cambio, si una persona está sana y alguien la critica, le va a molestar un rato, pero pronto estará feliz y ya no recordará lo ocurrido. Por eso, cuando no te saluden o te traten mal, prestá atención a la duración del dolor emocional que sientas. Si dura mucho tiempo, no es por lo que sucedió, sino porque hay algo que todavía tiene que ser sanado.

Pero, ¿qué significa estar sano por dentro? Aquí mencionaremos dos entre diversas características:

En primer lugar, estar sano por dentro significa ser como un niño. Los pequeños siempre tienen el deseo de aprender cosas nuevas, de descubrir el mundo a su alrededor. Una persona me compartió que hace unos años trabajaba en una automotriz. Un día solicitaron gente porque necesitaban operarios y juntaron los currículums recibidos. El director pidió que separaran todos aquellos con experiencia en el área automotriz, de aquellos que venían de otro lugar. Los primeros fueron arrojados a la basura y se contrató a gente sin experiencia. ¿La razón? Porque estos últimos carecían de “mañas” y podían ser mejor enseñados.

En segundo lugar, estar sano por dentro significa ir a la fuente. Cuando uno tiene una dificultad con alguien, no debería contárselo a todo el mundo porque, de esa manera, hace que se convierta en un problema. Todos atravesamos dificultades en algún momento, pero los problemas los armamos nosotros mismos por manejar mal las dificultades. ¿Qué es un problema? Una dificultad mal manejada. En cambio, si uno habla de la situación con la persona involucrada, tiene la posibilidad de resolverla y allí se termina todo.

Todos nos vamos a relacionar con personas que nos estiman, pero que también en algún momento nos pueden lastimar, y con otras que no nos aprecian y solo desean dañarnos. Con las primeras es con quienes vale la pena resolver un conflicto pero, para ello, es necesario mantenerse frío. Si no hay un contexto frío, es mejor no intentar resolver lo ocurrido porque, si uno de los dos está muy molesto, solo será una catarsis que puede concluir en un enfrentamiento.

A veces, conviene esperar un tiempo para lograr estar fríos. Pero nunca se trata de una cuestión de ganar-perder, sino de ganar-ganar. Sobre todo con un ser querido. Nadie tiene que ganar cien por ciento. Porque, si uno gana y el otro pierde, en realidad los dos pierden. Busquemos siempre ganar-ganar y aprendamos a resolver los conflictos personales con rapidez.

Para que nada nos afecte, necesitamos estar sanos interiormente, lo cual debería ser una prioridad en nuestra vida.

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