Caso Paulina Lebbos: El 6 de febrero comenzará el juicio contra ex funcionarios alperovichistas

Los ex funcionarios serán juzgados por  “encubrimiento agravado” del asesinato de la joven estudiante, ocurrido hace 12 años. “Alperovich y toda su familia tienen que pasar por el juicio”, dijo Alberto Lebbos

Tucumán 24/11/2017 Mariela Alderete Mariela Alderete
Di Lella, Sánchez, Barrera y Brito, ex funcionarios alperovichistas, irán al banquillo de los acusados en febrero del año próximo.
Di Lella, Sánchez, Barrera y Brito, ex funcionarios alperovichistas, irán al banquillo de los acusados en febrero del año próximo.

Después de una larga espera, el juicio oral y público que llevará a ex funcionarios alperovichistas al banquillo de los acusados por el crimen de Paulina Lebbos, ya tiene fecha: comenzará el 6 de febrero de 2018.

De esta manera, los jueces de la Sala III de la Cámara en lo Penal de Tucumán, Carlos Caramutti, Dante Ibáñez y Néstor Macoritto, se preparan para juzgar por encubrimiento agravado a Eduardo Di Lella, ex secretario de Seguridad; Hugo Sánchez, ex jefe de Policía; Nicolás Barrera, ex subjefe de Policía; Héctor Brito, ex jefe de la Unidad Regional Norte; y a Hugo Rodríguez, ex policía. A ellos se sumará Roberto Luis Gómez, hasta hace un año el único preso en la causa, acusado de haber usado el celular de Paulina, y quien será juzgado por el delito de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte.

Ya pasaron casi 12 años sin que se sepa quién o quiénes asesinaron a Paulina Lebbos. En la cuenta regresiva de un nuevo juicio, Alberto Lebbos, padre de la joven, no pierde las esperanzas de que los ex funcionarios del gobierno de José Alperovich digan la “verdad” y develen “los nombres de los asesinos” cuando sean juzgados próximamente por encubrimiento agravado. “Espero  que todos estos encubridores digan los nombres de los asesinos de Paulina. Digan a quién protegieron para cometer los delitos de encubrimiento”, anheló Lebbos, quien desde hace 12 años lucha por el esclarecimiento del asesinato de su hija.

“Está comprobado en la investigación que realizó el fiscal Diego López Avila que se cometieron innumerables maniobras para desviar la investigación y destruir las pruebas. Por ejemplo, se destruyeron a propósito pruebas genéticas con las que se podrían haber hecho comparaciones. Cabellos que se encontraron en el cuerpo de Paulina que no eran de ella, y se degradaron porque no fueron bien conservados, y en consecuencia ya no sirvieron para las comparaciones. También se recuperaron fotografías y filmaciones escondidas, para que no se sepa la verdad”, detalló Lebbos en una entrevista con el programa  Documento.

Lebbos también instó a los familiares de los imputados a que ayuden para que se diga la verdad en el juicio. “Les pido a los familiares, que también sufren, que les exijan que digan la verdad, que hagan un acto de responsabilidad. Este es un martirio de once años que se tiene que terminar”, reclamó, al mismo tiempo que dio su menaje a la Justicia: “Esperamos que la Justicia sea estricta y ejemplificadora para la sociedad”

Lebbos no tiene dudas de que el ex gobernador y actual senador nacional José Alperovich también tiene que dar su testimonio en el histórico juicio. “Alperovich y toda su familia tienen que pasar por el juicio. El dijo que sabía el nombre del asesino de Paulina, es el gran responsable de todas las maniobras de encubrimiento. A todos sus ex funcionarios los denuncié en mayo de 2006 y Alperovich los mantuvo a todos en sus cargos”, recordó.

Hasta el momento sólo hay tres policías (de Raco) condenados: Enrique García, Manuel Yapura y Roberto Lencina. Los dos primeros por encubrimiento agravado y el último, por falsedad ideológica.

12 años de impunidad   

El 26 de febrero de 2006, en la esquina de avenida Alem y pasaje Gutiérrez comenzó lo que luego se convirtió en el caso de mayor impunidad en Tucumán.

Paulina había salido de bailar de un boliche de la zona conocida como el ex Abasto junto a su amiga Virginia Mercado. Eran alrededor de las 6.30 de la madrugada del 26 de febrero de 2006 cuando subieron a un remis color bordó.  Virginia descendió primero, en su domicilio de La Rioja al 400, y Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio César Soto, pero nunca llegó a destino. Apareció 13 días después brutalmente asesinada al costado de la ruta provincial 341, en Tapia.  

“Paulina apareció estrangulada. La causa de su muerte es indubitable. Hay dos autopsias que muestran en forma contundente que Paulina estaba estrangulada manualmente. La tiraron a la orilla de la ruta, estaba destrozada, le sacaron la cabellera, fue horroroso”, recordó con dolor su padre.

Lebbos sigue liderando hasta la actualidad las marchas de familiares de víctimas de la impunidad que se realizan todos los martes alrededor de Plaza Independencia.


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