

Algunas personas tienen la creencia de que el hecho de contar con un títulouniversitario, un cargo privilegiado o una posición económica acomodada lashabilita para subestimar a otros maltratándolos y lastimando su corazón.
Por lo general, quienes se comportan de este modo no son conscientes de que elorgullo (por eso que creen “poseer”) ha tomado control de sus vidas. Muchos,tanto en la niñez como en la adultez, son avergonzados en público por padres,hermanos, hijos, parejas, jefes, maestros e incluso desconocidos.
El maltrato, tan común por estos días, siempre lastima y penetra en la estima dequien lo recibe provocando heridas y secuelas que pueden permanecer de porvida. El maltratador, que lleva a cabo su accionar en cualquiera de sus variantes,es alguien tóxico que se ha empecinado en complicarles la existencia a otros.
En la mayoría de los casos quien lastima a los demás siente que no puede serfeliz y piensa: “Si yo no soy feliz, vos tampoco lo serás”. Como se dicecomúnmente: no vive ni deja vivir. Es por ello, que necesitamos aprender aidentificar este tipo de personalidades para, toda vez que sea posible,mantenernos alejados de ellos.
Comparto a continuación tres de los principales rasgos de la gente que lastima:
1. Tienen piedras escondidas en la mano
Esperan siempre la oportunidad de que el otro se equivoque para dejarlo enevidencia ante los demás. Por ejemplo, en una empresa, le hace saber a susuperior que, si no hubiera sido por él o ella, el error de su compañero habríacausado un gran daño. Suelen corregir al otro (aunque se trate de un hijo, unapareja o alguien cercano) en público. El mecanismo aquí es el siguiente: “Si vossos disminuido, mi importancia aumentará”.
2. Viven en espera de que ocurra siempre algo malo
Tarde o temprano, sobre todo cuando les hacen favores a los demás, apareceránpara pasarles factura. Como son muy negativos y esperan siempre lo peor decada situación, disfrutan el dolor y el fracaso ajenos. Tal vez porque solo de estamanera sienten que pueden brillar y tener el protagonismo que, de otro modo,no tendrían. Es por ello que jamás celebran tu éxito y buena fortuna; muy por elcontrario, sienten envidia de lo bueno que les sucede a otros (incluso de alguiencercano).
3. Procuran tener siempre la razón
Como siempre piensan que están en lo cierto, nunca se arrepienten de nada ymucho menos piden disculpas o perdón por el daño que les causan a otros. Ensu vocabulario no existen frases como: “lo siento”, “disculpame”, “te pidoperdón”, etc. Como resultado de esta actitud, sus decisiones suelen serinamovibles. Prefieren tener razón que llevarse bien con la gente porque seconsideran “dueños de la verdad”.
Nunca intentes cambiar a alguien que pareciera dedicarse a lastimar a losdemás porque en la vida solamente cambian aquellos con la predisposición demirar hacia adentro y modificar lo que haga falta. En cuanto de vos dependa,mantené distancia emocional de él o ella y procurá cuidar tu estima y tu vida.





