La gente que lastima

POR BERNARDO STAMATEAS

Columnas y Opinión21/10/2019Mariela AldereteMariela Alderete
Algunas personas tienen la creencia de que el hecho de contar con un título
universitario, un cargo privilegiado o una posición económica acomodada las
habilita para subestimar a otros maltratándolos y lastimando su corazón.
Por lo general, quienes se comportan de este modo no son conscientes de que el
orgullo (por eso que creen “poseer”) ha tomado control de sus vidas. Muchos,
tanto en la niñez como en la adultez, son avergonzados en público por padres,
hermanos, hijos, parejas, jefes, maestros e incluso desconocidos.
El maltrato, tan común por estos días, siempre lastima y penetra en la estima de
quien lo recibe provocando heridas y secuelas que pueden permanecer de por
vida. El maltratador, que lleva a cabo su accionar en cualquiera de sus variantes,
es alguien tóxico que se ha empecinado en complicarles la existencia a otros.
En la mayoría de los casos quien lastima a los demás siente que no puede ser
feliz y piensa: “Si yo no soy feliz, vos tampoco lo serás”. Como se dice
comúnmente: no vive ni deja vivir. Es por ello, que necesitamos aprender a
identificar este tipo de personalidades para, toda vez que sea posible,
mantenernos alejados de ellos.
Comparto a continuación tres de los principales rasgos de la gente que lastima:
1. Tienen piedras escondidas en la mano
Esperan siempre la oportunidad de que el otro se equivoque para dejarlo en
evidencia ante los demás. Por ejemplo, en una empresa, le hace saber a su
superior que, si no hubiera sido por él o ella, el error de su compañero habría
causado un gran daño. Suelen corregir al otro (aunque se trate de un hijo, una
pareja o alguien cercano) en público. El mecanismo aquí es el siguiente: “Si vos
sos disminuido, mi importancia aumentará”.
2. Viven en espera de que ocurra siempre algo malo
2
Tarde o temprano, sobre todo cuando les hacen favores a los demás, aparecerán
para pasarles factura. Como son muy negativos y esperan siempre lo peor de
cada situación, disfrutan el dolor y el fracaso ajenos. Tal vez porque solo de esta
manera sienten que pueden brillar y tener el protagonismo que, de otro modo,
no tendrían. Es por ello que jamás celebran tu éxito y buena fortuna; muy por el
contrario, sienten envidia de lo bueno que les sucede a otros (incluso de alguien
cercano).
3. Procuran tener siempre la razón
Como siempre piensan que están en lo cierto, nunca se arrepienten de nada y
mucho menos piden disculpas o perdón por el daño que les causan a otros. En
su vocabulario no existen frases como: “lo siento”, “disculpame”, “te pido
perdón”, etc. Como resultado de esta actitud, sus decisiones suelen ser
inamovibles. Prefieren tener razón que llevarse bien con la gente porque se
consideran “dueños de la verdad”.
Nunca intentes cambiar a alguien que pareciera dedicarse a lastimar a los
demás porque en la vida solamente cambian aquellos con la predisposición de
mirar hacia adentro y modificar lo que haga falta. En cuanto de vos dependa,
mantené distancia emocional de él o ella y procurá cuidar tu estima y tu vida.

Algunas personas tienen la creencia de que el hecho de contar con un títulouniversitario, un cargo privilegiado o una posición económica acomodada lashabilita para subestimar a otros maltratándolos y lastimando su corazón.

Por lo general, quienes se comportan de este modo no son conscientes de que elorgullo (por eso que creen “poseer”) ha tomado control de sus vidas. Muchos,tanto en la niñez como en la adultez, son avergonzados en público por padres,hermanos, hijos, parejas, jefes, maestros e incluso desconocidos.

El maltrato, tan común por estos días, siempre lastima y penetra en la estima dequien lo recibe provocando heridas y secuelas que pueden permanecer de porvida. El maltratador, que lleva a cabo su accionar en cualquiera de sus variantes,es alguien tóxico que se ha empecinado en complicarles la existencia a otros.

En la mayoría de los casos quien lastima a los demás siente que no puede serfeliz y piensa: “Si yo no soy feliz, vos tampoco lo serás”. Como se dicecomúnmente: no vive ni deja vivir. Es por ello, que necesitamos aprender aidentificar este tipo de personalidades para, toda vez que sea posible,mantenernos alejados de ellos.

Comparto a continuación tres de los principales rasgos de la gente que lastima:

1. Tienen piedras escondidas en la mano

Esperan siempre la oportunidad de que el otro se equivoque para dejarlo enevidencia ante los demás. Por ejemplo, en una empresa, le hace saber a susuperior que, si no hubiera sido por él o ella, el error de su compañero habríacausado un gran daño. Suelen corregir al otro (aunque se trate de un hijo, unapareja o alguien cercano) en público. El mecanismo aquí es el siguiente: “Si vossos disminuido, mi importancia aumentará”.

2. Viven en espera de que ocurra siempre algo malo

Tarde o temprano, sobre todo cuando les hacen favores a los demás, apareceránpara pasarles factura. Como son muy negativos y esperan siempre lo peor decada situación, disfrutan el dolor y el fracaso ajenos. Tal vez porque solo de estamanera sienten que pueden brillar y tener el protagonismo que, de otro modo,no tendrían. Es por ello que jamás celebran tu éxito y buena fortuna; muy por elcontrario, sienten envidia de lo bueno que les sucede a otros (incluso de alguiencercano).

3. Procuran tener siempre la razón

Como siempre piensan que están en lo cierto, nunca se arrepienten de nada ymucho menos piden disculpas o perdón por el daño que les causan a otros. Ensu vocabulario no existen frases como: “lo siento”, “disculpame”, “te pidoperdón”, etc. Como resultado de esta actitud, sus decisiones suelen serinamovibles. Prefieren tener razón que llevarse bien con la gente porque seconsideran “dueños de la verdad”.

Nunca intentes cambiar a alguien que pareciera dedicarse a lastimar a losdemás porque en la vida solamente cambian aquellos con la predisposición demirar hacia adentro y modificar lo que haga falta. En cuanto de vos dependa,mantené distancia emocional de él o ella y procurá cuidar tu estima y tu vida.

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